El Gobierno de Tailandia ha nombrado este viernes al general Somsak Rungsita al frente de una delegación para las conversaciones de paz con el grupo insurgente Barisan Revolusi Nasional (BRN), una organización paraguas que aglutina a todos los grupos activos en el marco del conflicto étnico en el sur del país.
Las autoridades han dado un paso al frente en un intento por zanjar el conflicto con el grupo, activo especialmente en las provincias de Yala, Pattani y Narahiwat, en el sur del país, según ha explicado el secretario general del Consejo Nacional de Seguridad, Chatchai Bangchuad.
La medida ha sido adoptada después de una reunión del Consejo presidida por el primer ministro, Anutin Charnvirakul, que ha accedido a formar una delegación especial para «coordinar políticas» en el sur y garantizar que no se obstaculizan las conversaciones.
No obstante, teniendo en cuenta que el Gobierno estará pocos meses en el cargo dado que el primer ministro juró el cargo con el apoyo de una oposición que exigió su salida en un breve periodo de tiempo, la delegación servirá como elemento «clave» para abordar el asunto.
El proceso de paz entre el Gobierno y el BRN, auspiciado por Malasia, se encuentra suspendido desde principios de 2024. El Gobierno de la ex primera ministra Paetongtarn Shinawatra no mostró un especial entusiasmo a la hora de reanudar los contactos, lo que llevó a un nuevo aumento de la tensión con los rebeldes, que aboga por la secesión de Pattani.
El conflicto en las provincias de Yala, Pattani y Narathiwat –en el sur de Tailandia– se han cobrado cerca de 7.000 vidas desde 2004, según las estimaciones del grupo de supervisión Deep South Watch.
Estas tres provincias formaron parte de un sultanato musulmán malayo antes de que Tailandia se anexionara estos territorios en 1909. Algunos grupos rebeldes luchan por conformar un país independiente en la región del sur de Tailandia, país en el que la mayoría de la población es budista.