París, 7 dic (EFECOM).- El Gobierno francés ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento económico para este año y considera que, con las últimas cifras disponibles, será de «al menos el 0,8 %», en lugar del 0,7 % que esperaba hasta ahora.
«Vamos a superar probablemente la previsión de crecimiento del Gobierno para este año. Habíamos previsto un 0,7 % y creo que tendremos al menos un 0,8 %», declaró el ministro de Economía, Roland Lescure, en una entrevista en el canal LCI.
El ministro hizo hincapié en que eso se debe «sobre todo a las empresas francesas» que están exportando más y aumentando las inversiones.
Por eso pidió que no se las castigue en los presupuestos para el año próximo que se están debatiendo en el Parlamento.
Señaló que el texto en el que trabajan ahora los parlamentarios «no es un presupuesto que me encanta, no es el presupuesto ideal, es un presupuesto de compromiso, pero hay que votarlo para avanzar» y porque «es hora de pasar a otra cosa».
Señaló que le habría gustado que hubiera más recorte en el gasto y «que el déficit esté más contenido».
Hizo notar que el riesgo si no hubiera presupuestos es que la actual «incertidumbre política genere no sólo inquietudes económicas, que ya están ahí, sino decisiones económicas», en particular que se paralicen las inversiones.
El producto interior bruto (PIB) de Francia, que había subido un tímido 0,1 % en el primer trimestre, aceleró su cadencia al 0,3 % en el segundo y al 0,5 % en el trimestre. A partir de ahí, el Instituto Nacional de Estadístico (INSEE) elevó sus proyecciones en noviembre al 0,8 % para el conjunto de 2025, en lugar del 0,6 %.
El próximo martes aparece como un momento clave porque debe someterse a la Asamblea Nacional el conjunto del proyecto de presupuestos de la Seguridad Social, después de que la parte de los ingresos fuera adoptada el pasado viernes, para alivio del Gobierno del primer ministro, Sébastien Lecornu.
Eso se hizo después de que los diputados hubiera reincorporado la suspensión de la controvertida reforma de las pensiones que estaba retrasando la edad mínima de jubilación de los 62 a 64 años.
Esa suspensión era una de las exigencias del Partido Socialista para no tumbar al Ejecutivo, cuya supervivencia depende de esa formación y que podría tener su continuidad comprometida si los presupuestos no salen adelante.
A ese respecto, la portavoz del Gobierno, Maud Brégeon, señaló que si el presupuesto de la Seguridad Social no fuera aprobado por los diputados el martes «no tendría sentido» que el primer ministro dimitiera.
«Eso añadiría crisis a la crisis, inestabilidad e interrumpiría todas las discusiones presupuestarias en marcha», comentó Brégeon en una entrevista en el dominical La Tribune Dimanche, en la que se quiso mostrar optimista sobre su aprobación. EFECOM
