El Gobierno palestino ha afirmado que la decisión de Estados Unidos de retirarse de nuevo de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es «una decisión lamentable y errónea», antes de afirmar que «rechaza firmemente las justificaciones» presentadas por Washington para la medida, entre ellas la integración de Palestina en el organismo.
«Palestina rechaza firmemente las justificaciones presentadas por Estados Unidos para su retirada al considerarlas una politización inaceptable del trabajo de la UNESCO y un intento fallido de desviar la atención de las violaciones cometidas por Israel, la potencia ocupante, contra lugares culturales, patrimoniales y arqueológicos en Palestina, así como otras áreas como la educación, la ciencia, los medios y el medio ambiente», ha dicho el Ministerio de Exteriores palestino.
Así, ha reclamado en un comunicado publicado en su cuenta en la red social X que «Estados Unidos deje de conceder impunidad a Israel en todos los foros internacionales» y ha dicho que Washington «no debería vincular su postura internacional a los crímenes y violaciones cometidos por Israel».
«En caso contrario, se vería obligado a retirarse de todo el sistema internacional multilateral para proteger a Israel de una rendición de cuentas, alentándolo así a seguir perpetrando sus crímenes como un Estado canalla que opera fuera del marco de la legalidad internacional», ha explicado.
De esta forma, ha defendido que «el Estado de Palestina, a través de su delegación en la UNESCO ha trabajado consistentemente de buena fe con los Estados miembro de la organización» para «adoptar decisiones de consenso relativas a Palestina» con el objetivo de «proteger el patrimonio tangible e intangible palestino ante las violaciones y la destrucción sistemática por parte de Israel».
El Ministerio de Exteriores palestino ha incidido en que «seguirá cumpliendo su responsabilidad a la hora de proteger al pueblo palestino y sus derechos, incluidos los políticos, económicos, culturales y sociales», y que «preservará su profundamente arraigado patrimonio cultural a través de una cooperación continuada con todas las instituciones internacionales y de Derechos Humanos, incluida la UNESCO».
El Departamento de Estado estadounidense afirmó el martes que «seguir involucrados en la UNESCO no va en favor de los intereses nacionales de Estados Unidos» y sostuvo que el organismo «trabaja para hacer avanzar causas sociales y culturales divisivas», antes de criticar la admisión de Palestina como Estado miembro, algo que es «altamente problemático» para Washington.
La decisión va en línea con la adoptada por el propio Trump durante su primer mandato entre 2017 y 2021, cuando ya retiró a Estados Unidos de la UNESCO –además de abandonar la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Consejo de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, entre otros tratados–, si bien el expresidente Joe Biden reintegró a Washington en el organismo.
De esta forma, supone la tercera vez que Estados Unidos abandona la UNESCO, después de la citada medida por parte de Trump y la adoptada en 1984 por el entonces presidente, el republicano Ronald Reagan, una pausa que duró hasta 2003, cuando Washington volvió al seno de la organización de la mano de George W. Bush.