El Gobierno logró renovar la totalidad de la deuda en pesos que le vence a fin de esta semana, bajar algo las tasas y hacer incluso algo más de “caja”, al captar hoy del mercado $5,409 billones y tras recibir pedidos de compras por un total de $6,341 billones por los siete títulos que ofrecía.
“Esto significa un rollover de 134,21% sobre los vencimientos del día de la fecha”, destacó el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, al anticipar como habitualmente hace los resultados de la licitación mediante un posteo en la red social X, en la que -como varios funcionarios de esta administración- se muestra siempre activo.
La Secretaría de Finanzas anuncia que en la licitación de hoy adjudicó $5,409 billones habiendo recibido ofertas por un total de $6,341 billones.
➡️ Esto significa un rollover de 134,21% sobre los vencimientos del día de la fecha.
Así también, en la licitación de conversión se…
— Pablo Quirno (@pabloquirno) May 14, 2025
Hay que recordar que el Tesoro ya había aliviado el test que enfrentaba (originalmente los vencimientos ascendían a $7,6 billones), al canjearle el viernes al Banco Central (BCRA) sus tenencias de las Letras Capitalizables (Lecap S16Y5 y S30Y5) por vencer en una semana y a fin de este mes, por la S30S5 que caduca a fin de septiembre, movida con la que hizo bajar en unos $2,6 billones el compromiso del día.
La apuesta oficial evidentemente pasaba por no generar ruido antes de las elecciones del domingo en CABA, a las que quedó claro que el oficialismo le asigna importancia, aunque sean distritales.
Pero, sobre todo, buscaba no alterar el equilibrio monetario previo a que el BCRA convoque a las empresas que tienen utilidades atrapadas aún en el cepo para que se suscriban al Bopreal y a la vez el Tesoro ofrezca un bono en pesos pero suscribible en dólares, para tratar de captar dólares que pueda aplicar al cumplimiento de la meta de reservas recientemente pactada con el FMI. A la vez, se buscaba volver a alargar y desindexar el pasivo promoviendo un nuevo canje a privados.
De allí que la convocatoria a licitación incluyó además una opción de canje del bono ajustable por inflación (Boncer TZX26) por vencer en poco más de un año por el bono dual Tamar TTD26, que caduca en casi un año y medio, diseñada para brindarle una herramienta a las instituciones financieras que ven su posición de liquidez en baja por la expansión del crédito.
Al respecto, Quirno informó en su posteo que se convirtieron tenencias de esos bonos por un valor efectivo equivalente de $6,099 billones. “Esto significa una participación del 52,13%, una extensión de vida promedio de 0,46 años y una reducción de deuda de $0,599 billones”, detalló.
La subasta volvió a mostrar un marcada preferencia del mercado por la opciones cortoplacistas y a tasa fija. De hecho, las dos Lecap más cortas ofrecidas (por vencer en apenas 46 y 76 días y colocadas a tasas del 36% y 36,11% nominal anual o 2,60% mensual) explicaron el 63% de la captación total.
El resto de la demanda se repartió entre las otras Lecap, por vencer entre 105 y 250 días, el Bono Capitalizables (Boncap) por caducar a fin de enero del año que viene, que atrajo $0,935 billones a una tasa del 34,97% nominal anual (2,53 mensual), y de el bono ajustable por inflación (Boncer), demandado por $559.000 millones prometiendo pagar rendimientos del 9,44% por sobre la inflación que ese índice capte hasta en los próximos 17 meses.
La colocación de la Lecap a 105 días permite verificar una baja del 37,8% al 35,08% en el costo de este tipo de financiamiento que, en los meses anteriores, se había movido al alza.
El resultado de la subasta estuvo en línea con las expectativas de los analistas, ya que la licitación se llevó a cabo “en un momento de muy buena dinámica para las curvas en pesos, en particular en la curva de tasa fija, y, dentro de ella, en su tramo largo, donde en los últimos días se observó una sobreperformance de los bonos duales tipo Boncapmar”, habían adelantando los analistas de Delphos Investment.
Desde allí también que pronosticaban una buena adhesión por parte de los bancos al canje ofrecido, dado que muchos de ellos mantienen en cartera una gran proporción de títulos CER contabilizados a valor amortizado, y esta conversión “les ofrecería una vía atractiva para rotar parte de esas posiciones”.