
El Gobierno de transición sirio ha denunciado este miércoles dos soldados muertos y un tercero herido en un ataque en la presa de Tishrin, situada en la provincia de Alepo, del que ha acusado a las fuerzas kurdo-árabes instaladas en el noreste del país, quienes han negado los hechos.
El Ministerio de Defensa ha señalado en declaraciones a la agencia de noticias estatal SANA que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) han lanzado un ataque con misil contra una instalación militar cerca de la mencionada presa en el que habrían fallecido dos efectivos del Ejército sirio y otro habría resultado gravemente herido.
La cartera militar ha entendido lo sucedido como un «rechazo» de las FDS a los acuerdos firmados con Damasco desde la caída, en diciembre del pasado año, del régimen del presidente Bashar al Assad.
Por su parte, las FDS han rechazado las acusaciones y han apuntado en un comunicado difundido en su cuenta de Telegram que las bajas del Ejército sirio han sido fruto de «la explosión de una mina terrestre» en la que «no tuvieron nada que ver».
Así, han aludido a la publicación de la agencia SANA asegurando que se trata de «información incorrecta» y pidiendo a los medios de comunicación que «se abstengan de difundir narrativas inexactas que puedan contribuir a la tensión o inducir a error a la opinión pública».
Las FDS han defendido en el mismo mensaje su «compromiso con el principio de distensión y mantenimiento de la estabilidad a lo largo de las líneas de contacto, así como con la continuación de nuestros esfuerzos para hacer frente a las amenazas que ponen en peligro la seguridad y la protección de los residentes».
