La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha juzgado este viernes a una mujer acusada de apuñalar durante una discusión al que era su pareja. Mientras él ha declarado que no vio venir el cuchillo que le clavó en el pecho, ella ha mantenido que su intención no fue la de matarlo, de ahí que su defensa haya rechazado el delito de tentativa de homicidio que es del que la acusa el Ministerio Fiscal y por el que le reclama nueve años de cárcel.
«No la vi venir con el cuchillo, solo noté el pinchazo», ha dicho la víctima ante el tribunal. Ha señalado que todo se produjo en el transcurso de una discusión después de ese día haber estado de copas hasta la madrugada.
Todo comenzó en un pub de Andújar (Jaén) cuando a eso de las tres de la madrugada él quiso seguir de fiesta y ella prefería irse a casa. En ese primer encontronazo, los hermanos de ella se metieron por medio y la víctima acabó tirado en el suelo «con los dientes partidos» y una herida en una rodilla.
A partir de aquí él se fue a casa y ella se quedó en el pub. Finalmente, la acusada regresó a la casa que ambos compartían y retomaron la discusión. «Le dije que se fuera de mi casa, que no quería verla más», ha relatado la víctima.
Según ha venido manteniendo la acusada, ya en la casa, cuando estaban solos, el cogió un cuchillo, se lo puso en el cuello y la amenazó de muerte, algo que él ha negado en el juicio donde ha rechazado haberla agredido o insultado. Cuando se estaban peleando llegaron dos amigos y uno de ellos intentó poner fin a la discusión y separarlos. «Estaban discutiendo acaloradamente, a gritos», ha relatado el testigo.
En un momento dado, según ha declarado la víctima, la acusada cayó al suelo y lo siguiente que recuerda era verla venir con un cuchillo y notar «el pinchazo». Fue el amigo de él el que forcejeó con la acusada en el suelo para evitar que ella volviera a agredirle o que ella se autolesionara.
La otra testigo presencial de los hechos ha declarado que cogió un cuchillo que había sobre la mesa y seguidamente se fue hacia él «haciendo movimientos» con el arma blanca en la mano. El cuchillo utilizado tenía una longitud de 23 centímetros –con once centímetros de hoja y 12 centímetros de mango–. La puñalada se la asestó en la zona izquierda del tórax.
A partir de ahí ambos testigos han señalado que ella empezó a decir que no había querido matarlo. «No quería hacerlo, yo me voy a la cárcel pero no te mueras por favor», son las palabras que, según los testigos, pronunció de forma reiterada la acusada tras apuñalarlo y hasta que llegó la Policía.
Fue sobre las 5,40 horas del 30 de diciembre de 2022 cuando la Policía Nacional recibió una llamada alertando de una discusión en una vivienda. Hasta el lugar se desplazaron dos patrullas, pero antes de su llegada una nueva llamada trasmite que en el mismo domicilio al que se dirigían había un herido por arma blanca. Cuando llegaron, los agentes se encontraron al herido y a otra persona que le estaba taponando la herida.
El joven que estaba auxiliando al herido también presentaba cortes en las manos que al parecer, según ha relatado él mismo en la vista, se los hizo al intentar mediar para evitar que nuevamente la detenida volviera a agredir a su pareja o que ella misma se autolesionara.
Fiscalía señala que las lesiones sufridas «habrían provocado la muerte de la víctima con un grado de certeza absoluta sino se le hubiera aplicado con urgencia el tratamiento médico quirúrgico».
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Andújar acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de la mujer, una joven de 25 años en el momento de los hechos. Quedaría en libertad vigilada en abril de 2023 tras abonar 3.000 euros de fianza.
El herido fue ingresado inicialmente en el Hospital Alto Guadalquivir de Andújar, desde donde se trasladó hasta el Hospital Médico-Quirúrgico, en Jaén capital, centro en el que permaneció hasta recibir el alta médica.
En concepto de responsabilidad civil, Fiscalía solicita que se condene a la acusada a indemnizar a la víctima en la cantidad de 17.200 euros por las lesiones físicas sufridas y otros 8.000 euros más por los daños morales.
Según ha puesto de manifiesto la defensa, la acusada ya ha consignado 14.000 euros y va a abonar 200 euros al mes durante siete años para reparar el daño causado.