El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y la Patrulla Fronteriza, dependiente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y usualmente asignada solo a labores en la frontera, tomaron protagonismo por sus intervenciones en ciudades santuario. Las agencias tienen mucha relevancia a partir del fuerte foco en la cuestión migratoria que tiene el segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos.
La Patrulla Fronteriza se suma al ICE para operativos en Estados Unidos
Según datos oficiales, a comienzos de octubre Estados Unidos tenía más de 60.000 migrantes detenidos, distribuidos en los distintos centros que el ICE administra en EE.UU. Buena parte de los esfuerzos y redadas de la agencia se concentran en estados y ciudades santuario, donde las políticas locales se esfuerzan en proteger a los extranjeros ante los operativos de las autoridades federales.

Sin embargo, además del ICE, en muchas ciudades se registraron actividades de la Patrulla Fronteriza. Aunque tradicionalmente sus agentes están destinados a la frontera, también tienen autoridad para actuar dentro de las metrópolis.
A pesar de que sus alcances son más reducidos, la agencia dependiente de CBP puede llevar a cabo arrestos y aplicar la ley migratoria en cualquier parte de Estados Unidos. Por orden de la administración Trump y ante la baja de ingresos ilegales en la frontera, muchos agentes fueron reasignados a ciudades alejadas del borde del territorio norteamericano.
De acuerdo con declaraciones de Tricia McLaughlin, vocera del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), citadas por The New York Times, los agentes de la entidad tienen el poder de aplicar las leyes migratorias, y combatir “amenazas a la seguridad nacional” en cualquier lugar de EE.UU. Concretamente, oficiales de la Patrulla Fronteriza pueden arrestar personas que rompan la ley migratoria.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza tienen más poder cerca de las fronteras
Más allá de las atribuciones para realizar arrestos que tiene en todo Estados Unidos, la Patrulla Fronteriza tiene el poder de llevar a cabo registros de personas y vehículos, siempre que se encuentren dentro de una “distancia razonable” de los límites de la frontera, definida como 100 milas (160 kilómetros), según el sitio web oficial de la CBP.
Esto les permite “abordar y buscar a extranjeros” sin una orden judicial. Sin embargo, la entidad aclara que los agentes no tienen la potestad de ordenar y realizar controles sin motivo, sino que deben tener una causa probable para registrar un vehículo o a una persona, la cual puede construirse a partir de “observaciones de agentes, verificaciones de registros, olfateos caninos no intrusivos y otros medios establecidos”.

Cuál es la diferencia entre la Patrulla Fronteriza y el ICE
A pesar de que ambas agencias pueden intervenir en cualquier parte de EE.UU. y que los oficiales de CBP tienen poderes extendidos en las cercanías a la frontera, hay algunas diferencias a tener en cuenta, según una recopilación de la organización de asistencia legal Neighbors Immigration Clinic:
- Los agentes de la Patrulla Fronteriza siempre deben tener vehículos identificados, mientras que el ICE puede moverse en automóviles sin placa.
- Las interacciones de migrantes con la Patrulla Fronteriza son en paradas de tráfico, transporte público o puntos de control; el ICE, por su parte, puede también presentarse en espacios de trabajo o en los hogares.
- Oficiales de la Patrulla Fronteriza deben estar identificados también en su vestimenta; los agentes de ICE no están obligados a esto y pueden trabajar con ropa de civil, aunque están obligados a identificarse si así lo solicita un migrante.
