Ocurre en distintos rincones de hospitales y hogares de Argentina. Es una irrupción silenciosa pero amorosa: los perros entrenados dibujan escenas imprevistas de alivio y compañía en medio de historias fuertes.
Allí donde el tránsito por la enfermedad parecía inevitablemente solitario, el lazo con estos animales ofrece un tipo de consuelo que conmueve, despierta emociones y hace de la recuperación en todas las edades, una experiencia más cálida.
La presencia de perros entrenados en hospitales y hogares de adultos mayores ha transformado la experiencia de internación y rehabilitación en Argentina, según relatan los profesionales y responsables de los principales programas de terapia asistida con animales.
Esta intervención, que incorpora mascotas bajo la guía de especialistas, busca “acompañar y asistir a las personas en procesos físicos, emocionales o cognitivos, facilitando una mejor adaptación al tratamiento y a la internación, y brindando una experiencia positiva que deje un buen recuerdo y un aprendizaje”, explicó Carolina Micha, directora del Servicio de Psicología Juego Terapéutico en Internación Pediátrica, de Swiss Medical.
En el ámbito pediátrico, la internación suele ser una experiencia difícil tanto para los niños como para sus familias. Frente a este desafío, Kira y Lana, dos perras de raza Australian Labradoodle, se han integrado a este servicio de juego terapéutico.
“Evolucionó de manera impresionante. Empezó en el Sanatorio Los Arcos una vez por semana, fue tan positivo el impacto que tuvo en pacientes, familia y equipo de salud, que lo duplicamos a dos veces por semana en el sanatorio y luego la Clínica Zabala pidió incorporar el servicio, así que lo incorporamos allí al año siguiente, en el año 2022″, contó Micha.
Y sumó: “Este año en marzo se incorpora en Clínica Olivos, en pediatría, y la novedad en Clínica Olivos es que también empezamos a asistir adultos, logrando un impacto impresionante en esa población. En la internación, pacientes que no se movilizan, a través de la visita con la perra logran movilizarse, conectan con su lado sano, se humaniza la internación. Suceden cuestiones impresionantes con el objetivo de Pet Therapy», agregó Micha.
El impacto de la terapia asistida con perros no se limita a la generación de un entorno más amigable. Según los expertos, los pacientes expresan con mayor facilidad sus emociones, aceptan mejor las indicaciones médicas y se logra una mayor adherencia a los tratamientos. La presencia de los animales fomenta la expresión emocional, reduce la ansiedad y promueve la participación activa en el proceso de recuperación.
El bienestar de los animales es una prioridad central en estos programas. “La prioridad en Pet Therapy es el bienestar animal, las perras son la prioridad y si hay alguna situación que observamos que las estresa, se suspende en ese mismo momento la visita. Estamos ya preparadas y capacitadas para interpretar cuando la perra está atravesando alguna situación de estrés”, enfatizó Micha.
La elección de la raza Australian Labradoodle responde tanto a su temperamento equilibrado como a sus características físicas, que minimizan el riesgo de alergias en entornos hospitalarios, detallaron.
El apoyo de Royal Canin ha sido fundamental para garantizar el cuidado de las perras. “Apostaron a nosotros desde el inicio; nos acompañan con todos los cuidados y controles veterinarios de las perras, las medicaciones, su alimentación con nutrición de calidad, los baños, paseos y todo lo que tenga que ver con los cuidados de las perras de terapia”, destacó Micha.
El trabajo con adultos mayores
En el caso de los adultos mayores, la Fundación Caral ha desarrollado un programa de terapia asistida con perros de la raza Boyero de Berna. “Hace 15 años que nos dedicamos a trabajar con Boyeros de Berna, seleccionando temperamentos estables para la terapia asistida. Aunque la práctica concreta comenzó hace dos años, esta preparación lleva más de una década de compromiso y dedicación”, relató Carmen Pérsico, creadora de la Fundación y presidenta del club de Boyeros de Berna Argentina.
La intervención se realiza en centros de rehabilitación, hogares de personas mayores y hospitales, siempre bajo la supervisión de profesionales.
“El trabajo interdisciplinario es fundamental en nuestro modelo de intervención. Nos permite abordar integralmente las distintas patologías, ya que cada profesional de la salud aporta desde su especialidad. Coordinamos acciones para que las intervenciones asistidas con perros complementen y potencien los objetivos terapéuticos de cada paciente, asegurando así una atención personalizada, segura y eficaz”, aseguró Pérsico.
La selección del Boyero de Berna responde a criterios etológicos y funcionales. “Es una raza con un temperamento equilibrado, predisposición al vínculo humano y una estructura genética desarrollada tanto para el trabajo como para la compañía”, afirmó Pérsico.
Desde la organización, subrayaron que su carácter dócil, la facilidad de adaptación y la necesidad de contacto social lo convierten en un animal idóneo para este tipo de intervenciones, siempre que reciba la socialización y el entrenamiento adecuados.
Los beneficios de la terapia asistida con perros, afirman los expertos, incluyen la promoción de la sociabilización, la estimulación de la actividad física, la activación de la memoria, el fortalecimiento del vínculo entre pares, la liberación de endorfinas, la estabilización del ritmo cardíaco, la disminución de la presión arterial, el apoyo emocional y la estimulación sensorial.