ROMA.- En una escena insólita que captó de inmediato la atención de los legisladores —y de las cámaras—, el diputado italiano Riccardo Magi, del partido opositor Más Europa, apareció este miércoles 14 de mayo en el Parlamento vestido de fantasma.
Había recortado dos agujeros para los ojos en una sábana y escrito, en letras grandes, la palabra “Referéndum”.
Desde su escaño comenzó a gritar, interrumpiendo la sesión de control en la que intervenía la primera ministra Giorgia Meloni, quien inmediatamente lo grabó con su celular. Su insólita protesta buscaba denunciar lo que su partido considera una maniobra del gobierno para boicotear cinco referendos previstos para los días 8 y 9 de junio, mediante una estrategia de desmovilización y apuesta por la abstención.
“Temen la voluntad popular”, escribió Magi poco después en sus redes sociales, acusando a la coalición de ultraderecha de intentar silenciar el voto ciudadano. “Pueden sacar al fantasma del referéndum del recinto, pero no lograrán detenernos en nuestro intento de informar a los italianos. Solo pedimos que la presidenta del Consejo informe a los ciudadanos sobre la votación referendaria. No le estamos pidiendo un favor: es su deber preciso”, añadió.
Su protesta fue breve: el presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana, ordenó su inmediata expulsión del recinto, y cinco ujieres se encargaron de escoltarlo fuera del hemiciclo.
El episodio tuvo lugar mientras el diputado Riccardo Molinari, de la Liga —socio clave de Meloni en el gobierno— exponía las políticas de seguridad de la coalición. “Lo ha hecho mientras hablamos de las fuerzas del orden. Esto deja claro quién las respeta y quién no. Se ha descalificado a sí mismo”, lo criticó con dureza.
Los referendos en cuestión abordan temas sensibles: desde la posible reducción de diez a cinco años del plazo para que un extranjero pueda solicitar la ciudadanía italiana, hasta la derogación de aspectos centrales de la Reforma Laboral de 2015. Entre ellos, el que impide la reincorporación automática de un trabajador despedido de forma improcedente.
La imagen del “fantasma” recorriendo el Parlamento fue capturada por varios legisladores con sus teléfonos, y se viralizó rápidamente. Para Magi, el disfraz fue más que un gesto teatral: una forma de alertar sobre lo que considera un intento deliberado del gobierno por esquivar el debate democrático.
Agencias AFP y ANSA