
Durante la segunda comparecencia ante la jueza que investiga la respuesta institucional a la dana que dejó 230 fallecidos en la provincia de Valencia, José Manuel Cuenca manifestó que no posee copia de los mensajes originales de WhatsApp intercambiados con la exconsellera Salomé Pradas y sostuvo que los textos presentados ante el juzgado están fuera de contexto. De acuerdo con Europa Press, la magistrada le solicitó que entregara los mensajes luego de que Pradas aportara a la causa conversaciones que, según su versión, reflejan la toma de decisiones y las comunicaciones durante la jornada crítica.
Cuenca, quien se desempeñó como jefe de gabinete de Carlos Mazón —entonces presidente de la Generalitat Valenciana—, acudió este viernes al juzgado tras haber declarado previamente semanas atrás. La nueva citación surgió luego de que, el pasado 5 de mes, Salomé Pradas presentara sus conversaciones de WhatsApp con Cuenca, las cuales incluían mensajes relacionados con las decisiones tomadas en torno a la riada y la posibilidad de confinar a la población.
Según lo reportado por Europa Press, entre las conversaciones aportadas por Pradas figura un mensaje enviado por ella a las 16:28 horas, en el que informaba a Cuenca sobre la comunicación oficial de un fallecido en Utiel, Valencia. En su declaración anterior, Cuenca no había hecho referencia a este punto. El intercambio comenzó horas antes, cuando a las 14:25, Pradas afirmó: «La cosa se complica». Pasadas dos horas, la exconsellera notificó la muerte y, transcurridos quince minutos, Cuenca respondió reenviando un mensaje de Mazón que indicaba: “igual a las 19 horas vamos a 112”, a lo que Pradas respondió que le parecía adecuado.
En declaraciones recogidas por Europa Press, la jueza del caso pidió a Cuenca que facilitara sus propios registros de mensajes. Él respondió que le resultaba imposible hacerlo, debido a que no disponía de ninguna copia de seguridad en el teléfono que utilizaba, por lo que no podía recuperar el contenido.
En tanto, los mensajes revelados por Pradas también mostraron un debate sobre la opción de confinar o no a la población afectada. Cerca de las 20 horas, Cuenca escribió: “Salo. De confinar nada por favor. Calma”, ante lo que la exconsellera replicó: “Está la cosa muy muy mal”, a lo que Cuenca replicó: “Ya, mujer”. Pradas insistió en que la situación era crítica con “desbordamientos por toda la provincia”. En ese punto, Cuenca aseveró: “Pero confinar una provincia es una barbaridad. Una cosa es zonificar. Comarcas. Ribera Alta. Costera. En fin. Pero no toda la provincia”.
El intercambio prosiguió con Pradas explicando que “poco se queda fuera” del temporal, que las comunicaciones estaban afectadas y que evaluaban pedir precaución a todos, además del confinamiento de áreas afectadas y recomendar a la población elevarse a pisos superiores en algunos municipios. Ya a las 19:58, Pradas manifestó esas posturas, en tanto que Cuenca mantuvo su oposición: “Salomé, para confinar hace falta un estado de alarma. Y eso lo decreta la chica que tienes al lado, la delegada. Calma”.
A las 20:15, tras el envío del Es-Alert a la ciudadanía, Pradas argumentó: “Sí, pero confinamiento podemos decretar por ley emergencias”, a lo que Cuenca respondió: “Quítate eso de la cabeza. Tranquila, ché”.
En la sala judicial, ante la insistencia de la magistrada por esclarecer el contenido completo y exacto de los WhatsApp, Cuenca reiteró que no podía presentar los originales porque el dispositivo no contaba con respaldos. El medio Europa Press detalló que en su declaración, Cuenca volvió a negar haber dado ninguna orden a Pradas en la gestión de la riada y afirmó que el material presentado por la exconsellera ante la justicia no recogía el contexto de las conversaciones.
Europa Press indicó que el enfrentamiento a propósito de la descontextualización de los mensajes de WhatsApp se da en el marco de una investigación judicial iniciada con el objetivo de aclarar las actuaciones de altos cargos ante la tragedia provocada por la dana, tanto en decisiones de emergencia como en el modo en que se comunicaron y tomaron directrices de actuación. Los chats incorporados a la causa se han convertido en pieza clave en el proceso, ya que son utilizados para determinar la existencia o ausencia de instrucciones precisas en momentos de máxima tensión institucional y social.
