Beirut, 21 abr (EFE).- El presidente libanés, Joseph Aoun, y el primer ministro, Nawaf Salam, lamentaron el fallecimiento este lunes del papa Francisco, un defensor de la unidad entre comunidades religiosas y un aliado que «siempre» oró por el Líbano en sus momentos difíciles, como la guerra del pasado año.
«En el Líbano, la nación de la diversidad, lamentamos la pérdida de un querido amigo y fiel partidario. El difunto papa siempre tuvo al Líbano en su corazón y en sus oraciones, y pidió repetidamente al mundo que apoyara al Líbano durante su difícil situación», dijo Aoun en un comunicado.
«Nunca olvidaremos sus reiterados llamamientos a proteger al Líbano, y a preservar su identidad y diversidad», agregó el jefe de Estado.
Por su parte, en otra nota de condolencias, el primer ministro libanés describió al papa como un hombre «de paz», humilde, cercano e inclinado hacia los pobres, al tiempo que reconoció que con su fallecimiento el Líbano ha perdido a un «fuerte apoyo».
En línea con las palabras de Aoun, el jefe de Gobierno también agradeció cómo el líder religioso «siempre estuvo al lado del Líbano», por el que pidió rezar en diversos sermones e intervenciones, y que incluso expresó intención de visitar en los últimos años.
«¿Cómo olvidar sus visitas a los últimos rincones de la tierra en defensa de la verdadera fraternidad y de la consagración del diálogo interreligioso? Eso es lo que tiene el Líbano como ventaja, la capacidad y singularidad de ser acogedor y merecedor de este diálogo», zanjó Salam.
Aunque el Líbano no ha realizado un censo oficial en casi un siglo, diversas estimaciones apuntan a que los cristianos representan al menos entre el 30 y 40 % de la población, siendo la rama mayoritaria la maronita, católica no romana pero que reconoce al papa como su cabeza visible.
Francisco falleció a los 88 años a las 7.35 horas (5.35 GMT) de este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta. EFE