La partida de Hugo Orlando Gatti, ex arquero emblemático del fútbol argentino, tiene una muy particular historia para destacar de su gran paso por Boca Juniors. “El Loco” necesitó poco tiempo para meterse en la historia grande del Xeneize. Llegó al club de la Ribera en 1976 y al año siguiente mostró todo su talento con una atajada que le permitió al elenco xeneize obtener su primera Copa Libertadores de América.
Surgido en Atlanta en 1962, el Loco pasó por River Plate (1964-68), Gimnasia y Esgrima La Plata (1969-74) y Unión de Santa Fe (1975). Su desembarco en la Boca se produjo de la mano del Toto Juan Carlos Lorenzo, que lo pidió especialmente para defender la valla de su equipo.
En septiembre de 1977, Boca disputó las finales de la Copa Libertadores frente a Cruzeiro, vigente campeón del certamen (había vencido a River en las finales de 1976). Boca ganó la ida en la Bombonera por 1 a 0, mientras que los brasileños se impusieron por el mismo resultado en la revancha disputada en Belo Horizonte. De esta manera, se tuvo que jugar un encuentro desempate en el estadio Centenario de Montevideo, el 14 de septiembre de aquel año. El partido tuvo un trámite cerrado y terminó igualado sin goles, por lo que el título se definió por tiros desde el punto del penal. Los futbolistas boquenses convirtieron los suyos (Roberto Mouzo, José Luis Tesare, Mario Zanabria, Vicente Pernía y Darío Feldman), mientras que los cuatro primeros pateadores del elenco de Belo Horizonte también fueron efectivos (Darci Menezes, Neca, Morais y Lívio Damião). El último disparo quedó en los pies de Vanderlei. Este ejecutó suave, sobre la izquierda de Gatti, que se recostó sobre ese lado, desvió el remate y desató la alegría del pueblo xeneize.
Al año siguiente, Boca revalidó el título continental y logró el bicampeonato. En las finales enfrentó al Deportivo Cali, dirigido por Carlos Salvador Bilardo. La ida en Colombia finalizó 0 a 0 (en el conjunto argentino atajó la Pantera Carlos Rodríguez) y la revancha, en la Bombonera (ya con Gatti en el arco de Boca), fue con goleada para el local, 4 a 0.
Récord de presencias y penales atajados en el fútbol argentino
El Loco Gatti cerró su carrera deportiva con dos marcas que parecen difíciles de superar por estos tiempos. Es el futbolista con más partidos disputados en el fútbol argentino (757) y, junto con el Pato Ubaldo Matildo Fillol, el arquero con más penales atajados en el ámbito doméstico (26).
Gatti atajó el primer penal de su carrera en su primer año como profesional -1962-, jugando para Atlanta y nada menos que a un histórico, el Nene José Sanfilippo, que por entonces defendía los colores de San Lorenzo de Almagro.
Fue el único remate desde los 12 pasos que contuvo como arquero del Bohemio. Luego, en Gimnasia, atajó otros ocho penales, ninguno en su paso por River y cuatro en el arco de Unión. Finalmente, en Boca atajó otros nueve. En su larga lista de penales evitados, hubo dos futbolistas a los que les contuvo remates en dos ocasiones. Uno fue al Beto Alonso, ambos contra River, uno atajando para Gimnasia y el otro para Unión. El otro jugador al que tuvo “de hijo” en los penales fue a Rubén Darío Insua, actual entrenador de Barracas Central.
Ambos remates del Gallego fueron jugando para Estudiantes y Gatti atajando para Boca. Casualmente el segundo penal que el Loco le atajó a Insua fue el último que contuvo en su extensa carrera profesional. Al igual que en aquel recordado disparo de Vanderlei, Gatti se recostó sobre su izquierda para desviar el derechazo de Insua, que lucía la camiseta número 10 de Estudiantes.
El encuentro se disputó en la Bombonera, el domingo 30 de agosto de 1987, válido por el torneo de Primera División 87/88. Promediando el segundo tiempo, el conjunto platense ganaba 2 a 0 con goles de Sergio Gurrieri y Marcelo Trobbiani. A los 24 minutos del complemento, el Pincha tuvo la posibilidad de ampliar el marcador, pero Gatti evitó el tercero desviando el penal ejecutado por Insua. La atajada del Loco le dio vida a Boca, que alcanzó el descuento con un tiro libre del Coya Gutiérrez, pero finalmente no le alcanzó y el encuentro terminó 2 a 1 a favor de la visita. Más allá de la victoria de Estudiantes, no fue la tarde de Insua, que se fue expulsado a menos de 10 minutos del final.