Está siendo un verano caluroso. En muchas zonas del sur y el interior peninsular, los termómetros han superado los 40 grados, lo que ha obligado a activar alertas por riesgo extremo en diversas comunidades. Ante este panorama, la población busca maneras de protegerse y sobrellevar los días y noches más calurosas del verano. Al final, aunque duela, solo queda recurrir al ventilador o, con más suerte pero más dolor, al aire acondicionado.
El aire acondicionado consigue bajar la temperatura de una habitación rápidamente, pero tiene algunas desventajas cuando se abusa de él. Por un lado, dormir con el aparato encendido toda la noche puede provocar enfriamientos, afectando las vías respiratorias y causando dolores musculares. Las corrientes de aire frío pueden secar la garganta y provocar congestiones nasales, por lo que descansar bien puede resultar todo un reto.
El precio de la electricidad es la cuestión que más preocupa. Utilizar de manera continua el aire acondicionado durante muchas horas acaba notándose considerablemente en la factura de la luz. Pero existe una manera de regular la sensación térmica con este aparato sin que suponga tal golpe en la cartera.
La función ‘Dry’ del aire acondicionado
En la mayoría de los aparatos de aire acondicionado existen varias funciones orientadas a mejorar el confort y ahorrar energía. Una de las menos conocidas es la función ‘Dry’ o ‘seco’, que suele identificarse en el mando con una gota de agua. Seleccionando este modo, el aire acondicionado se centra en reducir la humedad del ambiente en lugar de enfriar en exceso la estancia.
La función ‘Dry’ está especialmente pensada para lugares con mucha humedad, como las zonas de costa, donde el calor húmedo es más difícil de soportar. Según especifican varios fabricantes, “la función ‘Dry’ permite reducir la humedad de la habitación, anulando esa sensación de calor pegajoso y agobiante que se da, sobre todo, en las zonas de costa”. Además, ayuda a limpiar el aire de la estancia y a evitar la aparición de malos olores, hongos y bacterias propias de ambientes húmedos.
En cuanto al consumo energético: la función ‘Dry’ supone un ahorro, ya que utiliza menos electricidad que el modo clásico ‘Cool’. El descenso de temperatura es más suave, pero se reduce la sensación térmica y el gasto de energía es menor.
Eso sí, en lugares donde el clima ya es seco, no se recomienda usar esta función porque puede resecar aún más el ambiente. Para noches tan calurosas, los expertos aconsejan utilizar el temporizador del aparato, de forma que el aire acondicionado se apague automáticamente tras el tiempo necesario y no funcione toda la noche.
Otras recomendaciones habituales pasan por no ajustar el aire a temperaturas muy bajas. Lo ideal es situarlo alrededor de 24 o 25 grados y combinarlo con otros trucos, como ventilar la casa en las horas más frescas y mantener las persianas bajadas durante el día para evitar que entre el calor. Estas medidas pueden marcar la diferencia para sobrellevar una ola de calor como la que vive ahora España, cuidando tanto la salud como el bolsillo.