Irán y las tres grandes potencias europeas (el llamado E3 que componen Alemania, Francia y Reino Unido) han arrancado este viernes una nueva ronda de diálogos en Estambul (Turquía) sobre el programa nuclear de la república islámica en medio de fricciones sobre el mecanismo conocido como ‘snapback’, una medida que teóricamente capacita a la ‘troika’ europea para reactivar las sanciones a Teherán a raíz del acuerdo nuclear de 2015; el mismo tratado que las autoridades iraníes dan por invalidado por la retirada de EEUU y por la falta de cooperación demostrada por el E3.
«Los tres países europeos no tienen la cualificación ni el derecho a recurrir a dicho mecanismo debido a su continuo incumplimiento de sus obligaciones y apoyo a los ataques militares estadounidenses y sionistas contra las instalaciones nucleares pacíficas de Irán», ha zanjado poco antes del comienzo del encuentro el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Esmail Baqaei, en comentarios a la agencia oficial de noticias de Irán (IRNA).
El portavoz se refería así al conflicto que estalló a mediados del mes pasado entre Israel e Irán, cuando el Ejército israelí, con la colaboración de EEUU, desencadenó ataques dirigidos en parte contra las instalaciones nucleares iraníes tras asegurar que la república islámica estaba a punto de fabricar un arma nuclear. Los doce días de conflicto fueron testigos de cruces de bombardeos contra centros de población que se saldaron con más de 1.000 fallecidos en Irán y casi una treintena en Israel.
Los tres países europeos nunca condenaron a Israel por el ataque contra las instalaciones nucleares iraníes. Todo lo más se limitaron a pedir contención al Ejército israelí tras conocer que los bombardeos estaban alcanzando a la población civil. La postura exhibida por el E3 más el hecho de que la guerra estallara en un momento que Irán estaba realizando negociaciones paralelas de acercamiento con EEUU (que se retiró unilateralmente del tratado en 2018 por orden de Donald Trump), ha sumido a Irán en una postura de completo escepticismo.
«Estos países», ha añadido el portavoz iraní, «han distorsionado conscientemente su posición como participantes en el acuerdo y, por lo tanto, ya no tienen la autoridad legal para utilizar, ni siquiera ampliar, los mecanismos del acuerdo que ellos mismos están violando». Cabe recordar que la semana pasada, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, avisó explícitamente a Irán de que los países europeos restablecerían sus sanciones a finales de este mes si no obtenían de Irán «un compromiso firme, tangible y verificable» de no reactivar su programa nuclear.
Irán ha restringido su cooperación con el organismo encargado de verificarlo, la agencia nuclear de Naciones Unidas (OIEA), a la que acusa de haber facilitado el ataque israelí y estadounidense al proporcionar información distorsionada sobre la situación de su programa, pero ha vuelto a tender la mano a la negociación con el encuentro de este viernes que ha comenzado ya en el consulado iraní de Estambul, donde ha llegado esta mañana su delegación encabezada por los viceministros de Exteriores Kazem Gharibabadi y Majid Takht-Ravanchi.