El ministro de Finanzas de Israel, el ultraderechista Bezalel Smotrich, ha presentado este miércoles un plan para anexionar la práctica totalidad de Cisjordania y ha reclamado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, que adopte «una decisión histórica» y «aplique la soberanía israelí en zonas abiertas de Judea y Samaria», nombre bíblico de esta parte del territorio palestino.
Smotrich ha apuntado a «un amplio consenso» en torno a la anexión de Cisjordania y ha sostenido que «es resultado directo de una comprensión profunda de que nunca puede permitirse la presencia de una amenaza existencial». «Tras décadas de dudas, es momento de decirlo claramente y actuar en consecuencia», ha manifestado.
«Es momento de aplicar la soberanía israelí en Judea y Samaria y eliminar de una vez por todas la idea de dividir nuestra pequeña tierra y establecer un Estado terrorista en su corazón», ha señalado, al tiempo que ha citado «el derecho bíblico, histórico y moral» para justificar este paso, que iría en contra del Derecho Internacional.
Smotrich ha descartado además una «soberanía parcial» y ha insistido en que Israel debe controlar «el máximo de tierra con el mínimo de población (palestina)». «No tenemos deseos de aplicar nuestra soberanía sobre población que desea nuestra destrucción», ha dicho al presentar el plan, que supone la anexión de más del 80 por ciento de Cisjordania.
«La soberanía israelí, si Dios quiere, sería aplicada sobre aproximadamente el 82 por ciento del territorio», ha resaltado el ministro de Finanzas de Israel, quien ha agregado que la Autoridad Palestina debería terminar por desaparecer en favor de «alternativas regionales de gestión civil», según ha informado el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Por ello, ha defendido que esta medida sería «un paso preventivo frente a la ofensiva diplomática contra Israel y los intentos de amenazar su existencia y el futuro de sus hijos», en referencia a los recientes anuncios por parte de varios países de cara al reconocimiento del Estado de Palestina, en línea con la solución de dos Estados, respaldada internacionalmente pero rechazada por el Gobierno de Netanyahu.
«Las dudas de Israel alimentan el ataque diplomático contra nosotros. La forma de detener este ataque es dejar de dudar y hablar claramente: Judea y Samaria no es un territorio en disputa. Es la herencia de nuestros ancestros, desde hace generaciones, y nunca habrá ni puede haber un Estado palestino en nuestra tierra», ha recalcado Smotrich, líder del Partido Sionista Religioso.
«Hemos terminado con las rendiciones frente a las amenazas y la intimidación. Si la Autoridad Palestina se atreve a alzarse e intenta dañarnos, la destruiremos, igual que hacemos con Hamás», ha advertido, en referencia a la ofensiva contra la Franja de Gaza tras los ataques del 7 de octubre de 2023, perpetrados por varios grupos palestinos encabezados por la formación islamista.
Por ello, ha trasladado a Netanyahu que «entrará en los libros de historia de la nación durante generaciones como un gran líder que supo aprovechar el momento» y «salvar a Israel de una vez por todas» en caso de aprobar esta anexión de territorios y «acabar con la amenaza existencial llamada eufemísticamente ‘Estado palestino'».
Las palabras de Smotrich han llegado poco después de que la Administración Civil, un departamento del Ministerio de Defensa, declarara como «terrenos estatales» una zona de 456.000 metros cuadrados adyacente a un asentamiento ilegal en el norte de Cisjordania, concretamente cerca de las localidades palestinas de Yit, Tel y Faraata.
EL GOBIERNO PALESTINO HABLA DE «AMENAZA CONTINUA»
En respuesta, el Ministerio de Exteriores palestino ha condenado «enérgicamente» las palabras del «extremista» Smotrich y ha cargado contra «sus provocadores llamamientos a incrementar los asentamientos y anexionar la Cisjordania ocupada», según un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social X.
«Esto constituye una amenaza continua y directa a la materialización de un Estado palestino, de conformidad con la solución de dos Estados, y una incitación pública contra la Autoridad Palestina y los derechos de nuestro pueblo en su patria», ha señalado la cartera diplomática palestina en su primera reacción a las palabras de Smotrich.
En esta línea, ha sostenido que estas palabras «suponen una extensión de los llamamientos incendiarios por parte de más de un funcionario israelí y de los crímenes de expansión de los asentamientos, anexión, genocidio y desplazamiento de nuestra tierra», al tiempo que ha cargado contra la decisión de incautar los citados terrenos en el norte de Cisjordania.
Por ello, ha recalcado que «todas las medidas ilegales y unilaterales y los planes de las autoridades de ocupación para cambiar el ‘statu quo’ histórico, político y legal de la Cisjordania ocupada, incluido Jerusalén Este, no supondrán un derecho para la ocupación sobre el territorio palestino ocupado».
«Estas medidas son consideradas como ilegítimas e inválidas en esencia y constituyen un desprecio por el consenso en rechazo a los crímenes de la ocupación y las actividades de asentamiento en todas sus formas», ha manifestado, antes de pedir «sanciones» y «medidas» para que Israel «ponga fin a su represión violenta» contra los palestinos y aplicar «la voluntad internacional de paz».
HAMÁS CRITICA LA «POSTURA FASCISTA» DE ISRAEL
Por su parte, Abdelhakim Hanini, un alto cargo de Hamás, ha señalado que «las afirmaciones agresivas del extremista Smotrich sobre la imposición de la soberanía sobre Cisjordania son una prueba de la postura fascista y colonial del Gobierno (de Israel), que está cometiendo un genocidio en Gaza e intenta imponer una anexión y un desplazamiento en Cisjordania».
«Nuestro pueblo seguirá perserverando y seguirá comprometido con sus principios y derechos históricos», ha dicho, antes de destacar que «los intentos de la ocupación de imponer nuevos hechos sobre el terreno o abolir el derecho de los palestinos a establecer su Estado independiente, con Jerusalén como capital, no tendrán éxito».
Por ello, Hanini ha hecho un llamamiento a los países árabes y el resto de la comunidad internacional para que «asuman sus responsabilidades humanitarias y morales y se planten firmemente ante las políticas coloniales (de Israel), que ignoran las leyes y normas internacionales», tal y como ha informado el diario palestino ‘Filastin’.
El pleno de la Knesset –el Parlamento israelí– ya aprobó a finales de julio una moción no vinculante a favor de la anexión de Cisjordania, una votación que fue rápidamente condenada y rechazada por la Autoridad Palestina, ante el aumento de los llamamientos en el seno del Ejecutivo israelí para dar este paso, condenado ya por la comunidad internacional.
Las amenazas desde Israel, cuyo Gobierno está liderado por Netanyahu e integrado por partidos ultraderechistas y ultranacionalistas, han ido ganando impulso ante los anuncios de varios países –entre ellos Francia, Australia, Canadá y Bélgica– sobre su próximo reconocimiento de Palestina, ante las críticas por las acciones de Israel en su ofensiva contra Gaza y su negativa a hacer avanzar un proceso de negociaciones en línea con la solución de dos Estados.