Astrónomos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) identificaron un pequeño asteroide que acompaña a la Tierra en su recorrido alrededor del Sol. Aunque se sabe que permanecerá en esta órbita especial por varias décadas, todavía hay incertidumbre sobre su composición y de dónde proviene.
El asteroide que acompañará a la Tierra durante varias décadas
Los especialistas identificaron a 2025 PN7 como un cuasi-satélite o cuasi-luna, un tipo de objeto que no orbita directamente con el planeta, sino que sigue una trayectoria solar muy similar a la terrestre. Se estima que mide apenas 16 metros de diámetro, lo que lo convierte en uno de los cuerpos más pequeños de este tipo.
Una de las principales incógnitas es su origen: algunos científicos consideran que podría tratarse de un fragmento del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, otros creen que podría ser un pedazo de la Luna expulsado tras un impacto violento. Sin embargo, aún no hay pruebas concluyentes, según recopiló The New York Times.
La NASA confirmó que el cuerpo rocoso permanecerá en esta órbita especial hasta 2083, cuando finalmente se alejará de la Tierra. Durante ese tiempo, su cercanía ofrece una oportunidad excepcional para el estudio de la dinámica de trayectoria y la evolución del sistema solar interior.
El interés científico en estos cuasi-satélites es cada vez mayor. De hecho, misiones como la china Tianwen-2 ya tienen en agenda explorar y traer muestras de cuerpos similares, lo que permitiría responder preguntas clave sobre su composición y su historia.
Una oportunidad de investigación histórica para la NASA
Esta aparición en el espacio constituye una oportunidad única para la comunidad astronómica, ya que se trataría de cuasi-luna que pasará varias décadas cerca de la Tierra, cuando cuerpos de este tipo suelen hacerlo por algunos meses.
En este sentido, la revista Research Notes of the American Astronomical Society publicó un informe sobre su descubrimiento a cargo de Carlos de la Fuente Marcos. Este último explicó que no existen “pistas claras sobre su origen, solo especulaciones”.
La incertidumbre también alcanza a su tamaño. Aunque la estimación inicial lo ubica en 16 metros, algunos cálculos sugieren que podría medir hasta 50. Por este motivo, la NASA proyecta recolectar una muestra del objeto en un futuro, lo que permitirá conocer no solo su verdadera dimensión, sino también su composición.
Federica Spoto, investigadora del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, destacó la relevancia del hallazgo: “Es aún más interesante cuando son capturados y permanecen cerca de la Tierra durante bastante tiempo”. Para los expertos, estudiar un cuasi-satélite estable durante décadas representa un hito poco frecuente en la astronomía moderna.
La diferencia entre una cuasi-luna y una mini-luna
El interés por este descubrimiento también se debe a la necesidad de distinguir entre cuasi-lunas y mini-lunas, dos fenómenos distintos en la dinámica orbital.
Las cuasi-lunas, como 2025 PN7, siguen una trayectoria alrededor del Sol que es muy similar a la de la Tierra. Aunque no están gravitacionalmente ligadas al planeta, pueden acompañarlo durante décadas o incluso siglos, generando la ilusión de ser compañeras permanentes, según Planetary.
En cambio, las mini-lunas son objetos que quedan atrapados temporalmente por la gravedad terrestre. Su permanencia es mucho más breve, generalmente de algunos meses o pocos años. Un ejemplo fue el asteroide 2006 RH120, que orbitó la Tierra entre 2006 y 2007 antes de continuar su camino por el espacio.