Corrían 30 minutos del primer tiempo de un parejo Superclásico entre Boca y River en La Bombonera, cuando la visita sufrió una baja sensible. Maximiliano Meza se resbaló cuando intentó frenar para esperar un balón aéreo que terminó cabeceando Barinaga y, al caer, enseguida se tomó la rodilla izquierda y rompió en llanto. El ex Gimnasia e Independiente fue reemplazado por Matías Galarza Fonda y produjo gran preocupación en el cuerpo técnico de Marcelo Gallardo.
Además de las lágrimas del volante, de 32 años, hubo más señales que marcaron la posible gravedad de la dolencia. Junto a Meza, Sebastián Driussi se tomó rápidamente la cabeza. Y tanto compañeros como rivales del lesionado lo rodearon, buscando consolarlo. Fue retirado del campo en el carrito sanitario, mientras se tomaba el rostro, totalmente conmovido. De inmediato, tomó su lugar el paraguayo Galarza.
La tónica del encuentro no varió hasta el epílogo de la primera etapa, cuando Milton Giménez le ganó de alto para peinar la pelota a Paulo Díaz, Exequiel Zeballos se marchó con una sola marca, remató, Franco Armani tapó, y el rebote le quedó al Changuito para abrir el score en La Ribera.
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