El movimiento MAGA se rebela tras el informe oficial que confirma el suicidio del financista pedófilo

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NUEVA YORK.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump salió ayer en defensa de la fiscal general, Pam Bondi, para frenar las críticas de algunos de sus seguidores por la publicación de nueva información sobre el financiero y depredador sexual Jeffrey Epstein que rebate sus teorías de la conspiración sobre el final del magnate, muerto por suicidio en agosto de 2019 en su celda de una prisión de Nueva York donde se hallaba a la espera de juicio. Mediante un post en su red social Truth, el republicano defendió con entusiasmo a Bondi, al asegurar que la fiscal general —cargo equivalente en Estados Unidos al de ministro de Justicia— está haciendo “un TRABAJO FANTÁSTICO”, con sus habituales mayúsculas enfáticas.

En privado, el presidente ha redoblado también su apoyo a Bondi por medio de miembros de su círculo más íntimo, a los que encargó que intentaran convencer a los críticos más radicales de la fiscal general de que moderaran el tono. Entre los detractores lleva la voz cantante la activista ultra Laura Loomer, que pidió días atrás la salida de Bondi. El mensaje transmitido a estos críticos es que Trump, por el momento, no tiene previsto deshacerse de su responsable de Justicia.

“¿Qué está pasando con mis chicos y, en algunos casos, chicas? [por seguidores] ¡Todos van detrás de la fiscal general Pam Bondi, que está haciendo un TRABAJO FANTÁSTICO!”, escribió Trump a última hora de ayer sábado. “Estamos en un solo Equipo, MAGA, y no me gusta lo que está pasando. Tenemos una Administración PERFECTA, DE LA QUE HABLA TODO EL MUNDO, y ‘gente egoísta’ está tratando de perjudicarla, todo por un tipo que nunca acaba de morir, Jeffrey Epstein”.

Donald y Melania Trump, junto a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell

Según la CNN, el subdirector del FBI, Dan Bongino, le comunicó a sus allegados que se plantea renunciar por el enfrentamiento entre la agencia federal y el Departamento de Justicia a consecuencia de la publicación de dos nuevos videos de la noche del suicidio del empresario. Estos videos concluyen que no hay pruebas de que Jeffrey Epstein tuviera una “lista de clientes”, entre los que podría haberse encontrado Trump. Esos nuevos datos también descartan que fuera asesinado en su celda, como han propalado desde entonces los partidarios de la teoría de la conspiración (algunos, incluso, atribuyendo el hipotético asesinato a la participación de Epstein, judío, en el Mossad, la agencia de espionaje exterior israelí).

Críticas de Steve Bannon y Tucker Carlson

La publicación del memorando ha destapado la caja de los truenos en el seno del movimiento MAGA, el núcleo duro de la carrera política de Trump. Además de la ultra Loomer, Steve Bannon, asesor de Trump al inicio de su primer mandato, dedicó esta semana gran parte de su influyente podcast War Room a la nueva investigación para cuestionar su transparencia. El expresentador de Fox y gran agitador de la derecha estadounidense Tucker Carlson aseguró por su parte en su podcast que Bondi está encubriendo “delitos muy graves”, sin dar pruebas.

Poco antes, en plena y clamorosa altercado entre ambos, el magnate Elon Musk, que abandonaba en esos días el Gobierno como responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en sus siglas en inglés), atizaba la polémica sobre la presunta implicación de Trump en el caso Epstein mediante un incendiario post en su red social, X (antes Twitter): “@realDonaldTrump figura en la lista Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se ha hecho pública”, escribía el dueño de X.

Steve Bannon

El financiero Epstein, dueño de una agenda repleta de nombres de empresarios, políticos y miembros de la realeza como el príncipe Andrés de Inglaterra, cayó en desgracia al ser detenido en Nueva Jersey como depredador sexual, con una condena previa, de 2008, por abuso de menores en Florida. Su caso generó una importante atención mediática, debido a sus vínculos con personas poderosas e influyentes. En agosto de 2019, mientras estaba a la espera de juicio en un caso penal federal, Epstein fue encontrado inconsciente en su celda de una cárcel de Manhattan (Nueva York). Trasladado a un hospital, se certificó su muerte, que fue considerada un suicidio.

Su final, sin embargo, fue objeto de gran escrutinio, y durante su campaña electoral de 2024, Trump apuntó que consideraba la posibilidad de publicar datos adicionales del Gobierno sobre el caso. Muchos de los partidarios del presidente esperaban que la divulgación implicara a otras figuras de alto perfil, o dinamitara la idea de que Epstein se suicidó. Pero el Departamento de Justicia anunció el lunes pasado en un memorando que no había pruebas de que mantuviera una “lista de clientes” o de que fuera asesinado, lo que avivó la rabia y la sospecha de muchos en los márgenes del movimiento MAGA, como Loomer, Bannon y Carlson.

Cuando Trump alude en su post a Epstein “como alguien que no acaba de morir”, simplemente denota que lo que más le interesaría es que se dejara de hablar del financista, para justificar así su cambio de postura: de conspiranoico que denunciaba la intervención de manos negras en la muerte del magnate a defensor de la transparencia de la investigación (y, por tanto, del suicidio como causa de su muerte).

A imagen de su jefe, el núcleo duro de la Administración republicana reniega hoy también del rumor sobre la intervención de terceros en la muerte de Epstein y de su supuesta lista de pederastas, aunque, de manera indeleble, al presidente lo persiga una imagen fotográfica, datada en febrero de 2000 en Mar-a-Lago, su residencia en Florida, en la que se ve al entonces magnate inmobiliario, y su esposa, Melania, junto con Epstein y su mano derecha, Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años de cárcel en 2022 por suministrar menores al financiero muerto.

Un asesor de Trump ha calificado la publicación de la investigación conjunta del FBI y el Departamento de Estado de “pesadilla política” y ha sugerido que podría haberse publicado mejor en otro momento, quizás incluso después de las elecciones de mitad de mandato de 2026. El propio Trump se encogió de hombros, molesto por las preguntas sobre la investigación, y dijo a los periodistas el martes en la Casa Blanca: “No puedo creer que estén haciendo una pregunta sobre Epstein en un momento como este”, marcado por los reveses de algunos jueces frente a sus planes de gobierno, la dificultad para sacar adelante algunas leyes en el Congreso, la guerra comercial que ha desatado contra el mundo y dos guerras más sangrientas, la de Medio Oriente y Ucrania, en las que Washington se ha implicado de diferente manera.

El presidente repitió su frustración en el post publicado el sábado por la noche (“Durante años, es Epstein, una y otra vez”), mientras acusaba a una serie de adversarios políticos, entre ellos el expresidente Barack Obama, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, el exdirector del FBI James Comey, el ex director de la CIA James Brennan “y los perdedores y criminales de la Administración de Biden” que, en su opinión, “crearon los Archivos Epstein”. “¿Por qué estos Lunáticos de la Izquierda Radical [su definición favorita de los demócratas] no publicaron los Archivos Epstein? Si había ALGO allí que podría haber perjudicado al Movimiento MAGA, ¿por qué no lo usaron?”, dijo.

Sin embargo, la investigación federal que llevó a la detención de Epstein en julio de 2019 en Nueva Jersey, así como el suicidio del financiero, un mes después, ocurrieron durante el primer mandato de Trump. El entonces fiscal general Bill Barr revisó personalmente el video para asegurarse de que no hubiera evidencia de juego sucio, y el Departamento de Justicia determinó que Epstein murió por suicidio.

Deseoso de borrar la sombra de duda que lo persigue, es decir, hacer olvidar a sus correligionarios su radical cambio de actitud ante el caso Epstein, Trump finaliza su post instando al director del FBI, Kash Patel, a centrar su atención en las prioridades del Gobierno (entre otras, literalmente, “el fraude electoral y las elecciones Amañadas y Robadas de 2020″, que Trump perdió ante el demócrata Joe Biden), “en lugar de pasar mes tras mes mirando nada más que los mismos viejos Documentos inspirados en la Izquierda Radical sobre Jeffrey Epstein”.

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