El premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz (1943, Indiana, EE.UU.) y profesor de la Universidad de Columbia se ha referido a la situación en Gaza como «un claro genocidio», tanto humano como académico, y ha asegurado que los líderes europeos tienen «la obligación de hablar».
Ha apostado por la solución de «los dos Estados» como «solución duradera de paz», «la más adecuada», porque otra sería un caso de «apartheid o limpieza étnica». Por otra parte, ha acusado al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de instrumentalizar el antisemitismo.
Así lo ha manifestado este domingo a preguntas de la prensa en una comparecencia previa a su acto de investidura como doctor honoris causa por parte de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que ha tenido lugar este mediodía en el Palacio de La Magdalena de Santander y que ha contado con la presencia del ministro de Economía, Carlos Cuerpo.
En este contexto, Stiglitz -de ascendencia judía- ha alabado la intervención de la semana pasada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con motivo de la Semana de Alto Nivel de Naciones Unidas en la Universidad de Columbia, del que ha destacado «un liderazgo increíble».
En temas económicos, el premio Nobel ha criticado la gestión de Trump en cuestiones de mercado, al que «está convirtiendo en un bazar donde todo vale», ha dicho, y ha calificado como «desastre» los aranceles.
También se ha referido al «miedo» que hay en las universidades estadounidenses a que los estudiantes extranjeros sean deportados por dar su opinión, no puedan salir del Estado o no puedan volver, por ejemplo, de sus vacaciones.
Al hilo, ha hecho hincapié en «una fuga de cerebros» que «ya ha comenzado» en Estados Unidos, de la que ha opinado que es una «buena oportunidad» para Europa para atraer talento a países como Italia o España.
Al respecto, también ha advertido que los salarios pueden suponer un «obstáculo» al ser inferiores que en Norteamérica, aunque también ha destacado que los estudiantes que deciden instalarse en Europa «priorizan» la calidad de vida europea.
LIBERTAD ACADÉMICA
El discurso de Stiglitz en el acto de investidura ha girado en torno al significado de la libertad y la importancia de la libertad académica.
Sobre la última ha afirmado que «no es solo un privilegio de unos pocos, sino que es una parte esencial para los mecanismos de control de la sociedad», y ha definido a las universidades como lugares «donde nace el espíritu crítico, donde las personas tienen tiempo de hacerlo y pueden pensar por sí mismas».
En ello ha justificado que es una de las razones por las que «la derecha ataca a las universidades», porque «no quieren que estos jóvenes piensen por sí mismos», y ha calificado los «ataques» de Trump a las mismas como lanzarse «una bala en su propio pie».
«Las universidades, con su gran sabiduría, son aquellas que podrán frenar estas olas autoritarias», ha apostillado a la par que ha afirmado que «vamos a resistir, vamos a luchar contra esta situación (…) por nuestra libertad académica, por nuestros principios, pero también lucharemos por toda nuestra sociedad», y ha lanzado el mensaje de que lo que está pasando con las universidades «debería de ser también una advertencia sobre lo que puede venir».
Stiglitz, autor del libro ‘Camino de libertad: la economía y la buena sociedad’, también ha señalado dos ideas sobre libertad. La primera se refiere a que existen «algunas absolutas», como que «a veces se adquiere a expensas de la libertad de otra persona»; y la segunda es que, a través de una acción colectiva, se pueda «reformar» la libertad «de todos», y lo ha ejemplificado en el pago de los impuestos que han permitido el desarrollo de vacunas para hacer frente a la COVID-19.
En su opinión, con esta acción colectiva, junto con «un poco de cohesión», se podrá lograr «una mayor libertad» y ha sentenciado que el diálogo democrático es «fundamental» y que es «importante» para la economía y el funcionamiento de las sociedades «hablar de desigualdad».
Por último, y en referencia a la situación actual del mundo, ha asegurado que «Europa tiene que confiar en sí misma y tiene que unir sus recursos para luchar contra los obstáculos».
Por su parte, el catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Vigo Carlos Manuel Gradín Lago, encargado de pronunciar la laudatio, ha destacado que Stiglitz ha sido «protagonista» de una de las transformaciones intelectuales «más profundas» de la economía contemporánea.
De este modo, ha resaltado que su obra «cambió» la forma de entender cómo funcionan los mercados en economía, tanto en su eficiencia como en su equidad, así como la «compleja» interrelación que existe entre ambas, «no siempre bien entendida», ha apostillado.
Gradín Lago ha afirmado que el premio Nobel «redefinió» el papel del Estado y las instituciones, y ha ensalzado que está contribuyendo a «repensar» las estrategias de desarrollo económico y social. «Defiende reformas factibles y concretas para lograr una economía más justa, estable y sostenible», ha dicho.
El acto ha sido clausurado por el rector de la UIMP, Carlos Andradas, quien ha pedido que «se detenga la barbarie, el horror, la destrucción, la hambruna, la masacre allá donde las haya, y en particular en Ucrania y en Gaza», tal y como «está haciendo una parte cada vez más numerosa de nuestra ciudadanía».
STIGLITZ
Stiglitz recibió el premio Nobel de Economía en 2001 por sus análisis de los mercados con información asimétrica, una contribución fundamental para comprender las fallas de mercado y sus implicaciones sociales. Desde ese año imparte clase en la Universidad de Columbia, donde fundó la ‘Initiative for Policy Dialogue’, un centro de pensamiento centrado en el desarrollo internacional.
En 2003 recibió el máximo honor académico de la universidad al ser nombrado ‘University Professor’, y, además, es conocido por su trabajo sobre economía de la información, desarrollo global y desigualdad, así como por su papel en instituciones académicas y multilaterales de alto nivel.
Ha desempeñado puestos como economista jefe del Banco Mundial, asesor de gobiernos como el del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, activista en el debate sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o miembro de la comisión que redefinió la medición del progreso social, entre otras plataformas destacadas.