ROMA.- Al celebrar este domingo la IX Jornada Mundial de los Pobres, el papa León XIV llamó a los jefes de Estado y a los responsables de las naciones a “escuchar el grito de los más pobres” y fustigó “la globalización de la impotencia”. Siguiendo una tradición inaugurada por su predecesor, también almorzó en el Aula Pablo VI junto a 1300 personas necesitadas, entre las cuales había un grupo de cincuenta transexuales que solían reunirse con Francisco.
“La pobreza interpela a los cristianos, pero interpela también a todos aquellos que en la sociedad tienen roles de responsabilidad”, recordó el primer papa estadounidense, en una misa solemne que celebró por la mañana en la Basílica de San Pedro, ante seis mil personas en dificultad de todo el mundo y ante muchos otros miles que seguían la celebración afuera, en la Plaza, a través de las pantallas gigantes.
“Exhorto por ello a los jefes de Estado y a los responsables de las naciones a escuchar el grito de los más pobres”, clamó. “No podrá haber paz sin justicia, y los pobres nos lo recuerdan de muchas maneras, con su migración, así como con su grito tantas veces sofocado por el mito del bienestar y del progreso que no tiene en cuenta a todos, y que incluso olvida a muchas criaturas abandonándolas a su propio destino”, denunció, en su sermón, que pronunció en italiano.
“¡Cuántas pobrezas oprimen nuestro mundo! Ante todo, son pobrezas materiales, pero también existen muchas situaciones morales y espirituales, que a menudo afectan sobre todo a los más jóvenes. Y el drama que las atraviesa a todas de manera transversal, es la soledad”, deploró, asimismo.
En línea con su predecesor -que en 2017 introdujo la Jornada Mundial de los Pobres que al darse durante el Año Santo coincidió con el Jubileo de los Pobres-, León XIV llamó a mirar la pobreza de modo integral, “porque ciertamente a veces es necesario responder a las necesidades urgentes, pero en general lo que debemos desarrollar es una cultura de la atención, precisamente para romper el muro de la soledad”.
“Por eso queremos estar atentos al otro, a cada persona, allí donde estamos, allí donde vivimos, transmitiendo esta actitud ya desde la familia, para vivirla concretamente en los lugares de trabajo y de estudio, en las diversas comunidades, en el mundo digital, en todas partes, empujándonos hasta los márgenes y convirtiéndonos en testigos de la ternura de Dios”, explicó.
“Hoy, sobre todo los escenarios de guerra, presentes lamentablemente en diversas regiones del mundo, parecen confirmarnos en un estado de impotencia”, aseguró. “Pero la globalización de la impotencia nace de una mentira, de creer que esta historia siempre ha sido así y no podrá cambiar”, añadió. “El Evangelio, en cambio, nos dice que precisamente en las agitaciones de la historia, el Señor viene a salvarnos. Y nosotros, comunidad cristiana, debemos ser hoy, en medio de los pobres, signo vivo de esta salvación”, sentenció.
Hoy, sobre todo los escenarios de guerra, presentes lamentablemente en diversas regiones del mundo, parecen confirmarnos en un estado de impotencia. El Evangelio, en cambio, nos dice que precisamente en las agitaciones de la historia, el Señor viene a salvarnos.
— Papa León XIV (@Pontifex_es) November 16, 2025
Más tarde, cuando al mediodía romano se asomó de la ventana de su despacho del Palacio Apostólico para recitar la oración mariana del Angelus antes 40.000 personas, el Papa habló de esos escenarios de guerra.
Mencionó a los cristianos que sufren discriminaciones especialmente en Bangladesh, Nigeria, Mozambique y Sudán y, además, de la “martirizada” Ucrania. “Sigo con dolor las noticias de los ataques que continúan a golpear numerosas ciudades de Ucrania, incluida Kiev. Tales ataques causan víctimas y heridos, entre ellos también niños, e ingentes daños a las infraestructuras civiles, dejando las familias sin casa mientras el frio avanza”, lamentó. “No podemos habituarnos a la guerra y a la destrucción. Oremos juntos por una paz justa y estable en la martirizada Ucrania”, pidió.
Agradeció luego a todos los que este domingo promovieron iniciativas de solidaridad con los más desfavorecidos. “Idealmente, en esta jornada, vuelvo a entregar la Exhortación apostólica Dilexi te, ‘Te he amado’, sobre el amor a los pobres, documento que el papa Francisco estaba preparando en los últimos meses de su vida y que con gran alegría he completado”, también dijo, provocando aplausos.
Los más pobres no son meros objetos de compasión, sino maestros del Evangelio. No se trata de “llevarles a Dios”, sino de encontrarlo entre ellos. Servir a los pobres no es un gesto “de arriba hacia abajo”, sino un encuentro entre iguales, donde Cristo se revela y es adorado.…
— Papa León XIV (@Pontifex_es) November 14, 2025
León, que el viernes inauguró un segundo centro de atención médica para indigentes debajo a la columnata de Bernini -continuando la obra en favor de los descartados de su predecesor, que en 2016 empezó construyendo duchas-, almorzó luego con más de mil personas con dificultades en el Aula Pablo VI.
El salón fue acondicionado para la ocasión con grandes meses redondas y una rectangular, donde se sentó él. Antes de compartir un menú de lasaña, pollo con verduras y postre, otra vez recordó a “nuestro amado” papa Francisco, “que tanto quiso esta Jornada”, para quien pidió un fuerte aplauso.
