El aroma del pisco peruano se extendió hasta el sur de Oceanía, donde logró captar la atención de cientos de asistentes al Festival de Bebidas Espirituosas de Sídney. Entre varias etiquetas de destilados provenientes de distintas regiones del mundo, la bebida destacada del Perú se abrió paso con firmeza. Desde el 11 hasta el 13 de julio, el público australiano pudo acercarse no solo a sus cualidades sensoriales, sino también a una historia que se remonta a más de cuatro siglos.
La presencia del Perú en este evento no se limitó a una simple exposición. El estand peruano, liderado por el Consulado General en Sídney junto a empresas privadas, se convirtió en un espacio donde el pisco fue protagonista absoluto. La iniciativa formó parte de una estrategia más amplia de diplomacia cultural que el Ministerio de Relaciones Exteriores desarrolla en mercados específicos, como el australiano, con la finalidad de posicionar los productos bandera del país.
Además del pisco, el público asistente pudo disfrutar de una experiencia sensorial que incluyó café del altiplano y otras propuestas gastronómicas que resaltaron insumos peruanos de alta calidad. Esta combinación de bebida e identidad permitió que el Perú se consolidara como una de las representaciones más destacadas del festival, conectando con una audiencia que muestra creciente interés por culturas con fuerte herencia histórica.
La marca Pucara Pisco, de capital australiano, pero con producción en Ica, se encargó de presentar uno de los cócteles más conocidos: el pisco sour. Esta empresa utiliza métodos tradicionales para elaborar su destilado, una característica que aportó autenticidad a la propuesta peruana.
La participación del Perú en este evento internacional forma parte de un esfuerzo constante por fortalecer su presencia económica y cultural en Australia. El Consulado General del Perú en Sídney coordinó de manera directa las actividades relacionadas al festival, contando con el apoyo de empresas como Sydney Things To Do y Pachamama Coffee. Esta colaboración permitió una representación completa de productos peruanos, desde el pisco hasta el café.
Reconocimiento internacional y contexto de disputa
Más allá del ámbito promocional, el pisco peruano mantiene una presencia consolidada en los mercados internacionales. Actualmente, se exporta a 45 países y cuenta con reconocimiento de denominación de origen en 71. Este reconocimiento garantiza el uso exclusivo del término “pisco” para referirse al destilado producido en Perú, con características y procedimientos definidos.
Uno de los antecedentes más importantes en esta materia es el caso de la Unión Europea. En este bloque, solo Perú puede utilizar la denominación “pisco”, mientras que Chile —que también produce una bebida similar— debe comercializarla bajo la etiqueta de “destilado de vino”. Esta situación se enmarca dentro de una larga discusión entre ambos países por los derechos de origen sobre la denominación.
En América, la denominación peruana ha sido aceptada en múltiples territorios. Entre ellos figuran Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Venezuela, Costa Rica, Cuba, Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana, Bolivia y Haití. Esta aceptación refuerza la legitimidad del pisco peruano y respalda su posicionamiento internacional.
El reconocimiento del pisco no se limita al continente americano. En Asia y África, varios países también han aceptado la denominación de origen peruana. Entre estos se encuentran Argelia, Burkina Faso, China, Corea del Sur, Corea del Norte, Gabón, Indonesia, Israel, Japón, Laos, Malasia, Singapur, Sudáfrica, Tailandia, Togo, Túnez y Vietnam.
Este tipo de logros no se explican únicamente por las gestiones diplomáticas. Detrás de cada aceptación internacional existe un trabajo constante por parte de los productores peruanos, quienes cumplen con estándares de calidad exigentes y mantienen un vínculo con los métodos tradicionales. Esa combinación permite que el pisco conserve su autenticidad y, al mismo tiempo, se adapte a los gustos y exigencias de consumidores en otras partes del mundo.
La presencia del Perú en festivales internacionales como el de Sídney responde a una visión integral que une cultura, economía y relaciones exteriores. El impulso al pisco y al café en territorio australiano no solo tiene impacto inmediato en términos de visibilidad, sino que también abre puertas para negociaciones futuras en materia de exportación, alianzas comerciales e inversiones.