Con la mira puesta en las elecciones legislativas de 2026, el presidente Donald Trump y el gobernador de Texas, Greg Abbott, impulsan una maniobra política que podría redefinir la representación en la Cámara de Representantes. En una sesión legislativa especial, los republicanos del estado de la estrella solitaria texanos presentaron un nuevo mapa electoral que les permitiría sumar hasta cinco escaños.
Una jugada anticipada: cómo serían los nuevos distritos electorales de Texas
El rediseño de distritos electorales suele realizarse una vez cada diez años, tras el censo. Sin embargo, esta nueva propuesta rompe la tradición: el proyecto se introdujo en una sesión especial, convocada por Abbott durante el receso legislativo de verano, con la única meta de acelerar su aprobación antes del 19 de agosto.
El borrador del mapa crea cinco escaños nuevos con tendencia marcadamente republicana. Los cambios se concentran principalmente en las grandes ciudades de Texas y en el sur del estado, zonas que los demócratas habían ganado por márgenes estrechos en elecciones recientes.
En el nuevo esquema, el distrito del congresista progresista Greg Casar se eliminaría por completo, al fusionarse con el de Lloyd Doggett, también demócrata. Casar consideró que esta modificación trae consigo una “supresión ilegal de votantes” y llamó a rechazar la jugada. “Todas las personas a las que les preocupa nuestra democracia deben movilizarse contra este mapa ilegal”, afirmó en un comunicado.
Asimismo, los escaños de Henry Cuéllar y Vicente González se redibujarían para favorecer al Partido Republicano, que de esta manera podría pasar a controlar 30 de los 38 escaños que le corresponden al estado en la Cámara Baja, frente a los 25 que tienen en la actualidad.
La reacción de los demócratas al proyecto
La respuesta del Partido Demócrata no se hizo esperar. El gobernador californiano Gavin Newsom afirmó en su cuenta de X que “este momento requiere que estemos preparados para combatir fuego con fuego”. Por ello, agregó: “No dudaremos en actuar si los republicanos de Texas siguen adelante con esta ridícula toma de poder”.
En Nueva York, en tanto, los legisladores demócratas propusieron enmendar la constitución estatal para anticipar un nuevo rediseño de distritos antes de 2028. Sin embargo, el proceso es complejo y requiere aprobación legislativa y referéndum popular.
El senador estatal Michael Gianaris reconoció que no hay soluciones inmediatas, pero sostuvo: “No podemos simplemente sentarnos y mirar” mientras Texas redibuja sus mapas. En declaraciones a Telemundo, afirmó también que “este es solo un nuevo frente en la manipulación de nuestra democracia para obtener ventaja política”.
Estrategia nacional del Partido Republicano
El nuevo mapa de Texas no es una excepción. Forma parte de una estrategia republicana más amplia para afianzar su dominio en la Cámara de Representantes, donde actualmente mantienen una leve ventaja.
El propio equipo de Trump sugirió replicar el modelo en estados como Missouri, en busca de nuevas oportunidades para fortalecer su base legislativa de cara a 2026.
La congresista demócrata Sylvia García aseguró que esta movida es una “maniobra” del partido republicano para “acaparar poder”. Y apuntó directamente contra el Presidente: “Está promoviendo este engaño porque sabe que sus políticas son profundamente impopulares”, afirmó, según declaraciones retomadas por la agencia EFE.