BARCELONA.- De los 20 puntos del Plan Trump para poner fin a la Guerra de Gaza, el número 15 establece que “Estados Unidos trabajará con sus socios árabes e internacionales para desarrollar una Fuerza Internacional de Estabilización (FEI) para el despliegue inmediato en Gaza”. La idea lleva tiempo circulando entre las cancillerías de la región -la Liga Árabe la propuso en mayo- y se ha filtrado a la prensa que su composición es uno de los temas de discusión en las negociaciones de Sharm el-Sheikh, en Egipto.
Su existencia responde a la visión compartida entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el premier israelí, Benjamin Netanyahu, de que ni Hamas ni la Autoridad Nacional Palestina deben estar a cargo de la seguridad de la Franja de Gaza una vez que el Ejército israelí se retire del enclave.
Aunque el Plan Trump no establece una fecha límite para la llegada de la misión internacional a Gaza, se puede entender que tendrá que ser muy pronto, ya que el documento determina que el Ejército israelí “entregará” su control de la Franja a la FEI a medida que se retire del territorio. Además de hacerse cargo de la seguridad del territorio palestino, la fuerza militar tendrá que entrenar y brindar apoyo a un nuevo cuerpo policial en Gaza.
Para lograrlo, el texto menciona que la FEI tendrá que “consultar” a Egipto y Jordania, ya que “tienen una larga experiencia en este campo”. Asimismo, entre sus tareas también estará evitar la entrada de armas a Gaza y garantizar la entrada rápida y segura de alimentos y material para reconstruir la franja.
El objetivo final marcado por el Plan Trump es que el nuevo cuerpo policial gazatí se encargue de la seguridad de Gaza, incluido el control de sus fronteras, pero siempre trabajando en coordinación con la FEI, Egipto e Israel. Aunque el texto no lo dice explícitamente, se puede entender que la Misión Internacional de Paz también desempeñará un papel importante en el proceso de desarme de Hamas.
Inspectores independientes
En concreto, el punto 13 determina que “inspectores internacionales independientes” supervisarán la entrega de armas por parte de la milicia islamista palestina. Como parte de este proceso, el acuerdo incluye la destrucción de túneles y fábricas de armas. “Hay muchos detalles sobre la FEI, como sus funciones, que aún no están claros”, afirma Timothy Kaldas, subdirector del think tank Timep, basado en Washington.
Probablemente, si aún no se ha concretado la idea de una misión de paz internacional, es porque algunos países árabes habrían querido que la Autoridad Nacional Palestina desempeñara un papel central en la administración de la franja, incluida la seguridad.
De hecho, se ha filtrado a la prensa que el acuerdo que Trump presentó al mundo tras su reunión con Netanyahu el 29 de septiembre no es el mismo que había pactado con sus aliados árabes, y una de las principales diferencias era el rol de la Autoridad Nacional Palestina.
El otro elemento de discusión desde que la idea comenzó a debatirse en las principales cancillerías es la nacionalidad de los soldados de la misión. Medio Oriente tiene una larga historia de ocupaciones militares extranjeras que han provocado insurgencias y guerras, y en todas, el ocupante ha acabado saliendo con el rabo entre las piernas. El último y más sonado episodio es el de la invasión de Irak decidida por el presidente George W. Bush en 2023. Por ello, la lista de capitales dispuestas a enviar a sus uniformados no es muy larga.
Se supone que tanto Jordania como Egipto, dos países vecinos de Israel y con los que mantiene relaciones diplomáticas, harán una contribución significativa. Uno de los pocos países que se ha mostrado públicamente dispuesto a enviar sus soldados es Indonesia. Así lo afirmó durante su discurso en la Asamblea General de la ONU el presidente indonesio, Prabowo Subianto, con la única condición de que la misión fuera autorizada por Naciones Unidas.
En general, se pretende que el grueso de los soldados corresponda a países árabes y musulmanes para evitar que cuaje la noción de que se trata de una nueva ocupación militar occidental, algo que no parece improbable teniendo en cuenta que un Consejo liderado por Trump y Tony Blair regentará la franja por tiempo indeterminado.
Sin embargo, según el medio Middle Miss East Eye, Egipto ha pedido a Trump que la FEI incluya también a soldados estadounidenses, ya que quiere que Washington se involucre en tareas como la supervisión del desarme por parte de Hamas para dotar de solidez la misión. No está claro que Trump acepte, ya que los soldados podrían convertirse en los blancos de la resistencia palestina, especialmente si el proceso de paz colapsa.
“Según la aplicación del plan de paz, pueden ser vistos como agentes de la ocupación israelí y sufrir ataques de una de las diversas facciones armadas en Gaza», advierte Kaldas. De momento, Washington enviará 200 militares para verificar el cumplimiento del acuerdo.