El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha mantenido este lunes una reunión en Washington con el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., en la que ambos han subrayado la importancia de mantener la alianza entre los dos países en materia de seguridad, un día antes de que aborde con su homólogo estadounidense, Donald Trump, los anunciados aranceles del 20 por ciento contra las importaciones del país insular.
«(Ambos) han subrayado la importancia de la sólida alianza entre Estados Unidos y Filipinas para mantener la paz y la estabilidad en la región indopacífica (y) han reafirmado su compromiso compartido con la disuasión y el refuerzo de las libertades de navegación y sobrevuelo en apoyo de un Indo-Pacífico libre y abierto», ha afirmado la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce.
Con todo, los dos representantes han aludido también al ámbito económico –no así a las medidas arancelarias decretadas por Trump–, debatiendo sus esfuerzos «para promover la prosperidad compartida de Estados Unidos y Filipinas, entre otras cosas a través del Corredor Económico de Luzón, mediante el fortalecimiento de las cadenas de suministro y el crecimiento económico de ambos países», reza el comunicado.
Marcos se ha reunido también este lunes con el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, que ha afirmado que su «histórica alianza nunca ha sido tan fuerte ni tan esencial como lo es hoy». El jefe del Pentágono ha incidido en «el tratado de defensa mutua», que además ha extendido «a los ataques armados contra nuestras Fuerzas Armadas, aeronaves o buques públicos, incluida nuestra Guardia Costera, en cualquier lugar del Pacífico, incluido el mar de China Meridional».
«Estados Unidos está comprometido con lograr la paz a través de la fuerza y dispuesto a trabajar con todas las naciones que comparten este deseo en la región», ha señalado, subrayando que «no buscamos la confrontación, pero estamos y estaremos preparados y decididos», según recoge un comunicado publicado por su cartera.
Por su parte, Marcos ha mostrado su satisfacción con la alianza entre ambos países, especialmente «en términos de preservar la paz (y) en términos de preservar la estabilidad del mar de China Meridional (…), incluso me atrevería a decir que en toda la región indopacífico».
El presidente filipino, en el marco de su visita al país norteamericano, se reunirá este martes con su par estadounidense, un encuentro en el que tratarán las barreras comerciales entre ambos Estados, después de que el inquilino de la Casa Blanca impusiese, hace doce días, aranceles del 20 por ciento a las importaciones de Manila, las menores de una serie de países incluidos en la misma publicación y entre los que se encuentran Moldavia e Irak, con tarifas del 25 y del 30 por ciento, respectivamente.