El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, viajará este lunes a Armenia para hablar con las autoridades armenias sobre el corredor estratégico que se creará en la región del Cáucaso sur, cerca de la frontera iraní, como parte del reciente acuerdo de paz entre Ereván y Bakú, firmado bajo los auspicios de Estados Unidos.
Pezeshkian ha explicado desde el Aeropuerto Internacional de Mehrabad que dialogarán con funcionarios armenios sobre las «preocupaciones» de Teherán con respecto a «la presencia de empresas estadounidenses en la región» en virtud del acuerdo.
No obstante, el mandatario iraní ha asegurado que este nuevo corredor –que enlazará Azerbaiyán con su exclave de Najicheván a través del sur de Armenia– podría ser una «plataforma idónea» para el desarrollo del comercio entre los países vecinos, según ha recogido la agencia de noticias Mehr.
«Mantenemos una relación estratégica y de larga duración con nuestro país vecino y amigo, Armenia. Siempre hemos procurado mantener buenas relaciones en cuestiones sociales, políticas, económicas y culturales», ha sentenciado Pezeshkian.
Irán ya alertó a principios de agosto sobre las posibles «consecuencias negativas» que podría tener el corredor de cara a una «intervención extranjera» en la región, alegando que esto «podría socavar la seguridad y la estabilidad» en el Cáucaso Sur.
El acuerdo firmado entre el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azebaiyán, Ilham Aliyev, en la Casa Blanca en un acto en el que estuvo presente el mandatario estadounidense, Donald Trump, permite a Washington hacerse con los derechos para el desarrollo de esta vía, que recibe el nombre histórico del corredor de Zangezur.
Teherán ya instó a implementar el acuerdo entre las partes –que recibe el nombre de Ruta Trump para la Paz y la Prosperidad Internacional (TRIPP, por sus siglas en inglés)– sobre la base del «beneficio mutuo», así como «el respeto a la soberanía nacional y la integridad territorial».