Después de perder una apelación judicial clave en el Reino Unido, el príncipe Harry volvió a hablar públicamente sobre su mayor temor desde que decidió alejarse de sus deberes reales: que la tragedia de su madre, la princesa Diana, se repita con su propia familia. Esto se debe a que, desde que decidió comenzar una nueva vida en el exterior junto a Meghan Markle y sus hijos, Archie y Lilibet, la monarquía británica le habría reducido su seguridad personal y la de toda su familia.
Precisamente, la semana pasada, el tribunal británico desestimó la demanda que el duque de Sussex presentó para restablecer el esquema de seguridad financiado por el Estado que lo protegía durante sus visitas a Reino Unido. Tras esta decisión, Harry brindó una entrevista a la BBC en la que expresó su frustración y, sobre todo, su miedo por la medida adoptada. “No quiero que la historia se repita”, afirmó, en alusión directa a la muerte de Lady Di en 1997, cuando él tenía apenas 12 años.
El príncipe aseguró que, desde que renunció a sus funciones como miembro de la realeza de alto rango y se trasladó a América del Norte, su seguridad quedó totalmente expuesta. “A través del proceso judicial, he descubierto que algunas personas quieren que la historia se repita”, afirmó y dio a entender que dentro del palacio y en la justicia británica habría a quienes no les importaría si a él o a su familia les sucede algo.
Según explicó al medio, su solicitud no buscaba privilegios, sino garantías básicas para poder regresar a su país con su familia sin temor. “No me imagino un mundo en el que pueda traer a mi esposa e hijos de regreso al Reino Unido en este momento. Es muy triste no poder mostrarles mi tierra natal. Estoy seguro de que algunas personas, probablemente las que me desean el mal, consideran esto una gran victoria“, confesó, aún molesto por lo ocurrido.
En su declaración, también señaló que la seguridad privada fue históricamente usada por la Casa Real como una forma de control. “Encierra a los miembros de la familia e impide que puedan elegir una vida diferente”, sostuvo.
La historia de su madre, Lady Di, es uno de los puntos más sensibles para el príncipe y toda la sociedad británica. Sin embargo, en esta oportunidad, decidió honrarla y hablar abiertamente de lo que sucedió el 31 de agosto de 1997. Según recordó, una investigación posterior concluyó que la causa de la muerte de Diana fue una “conducción gravemente negligente” por parte de su chofer, Henri Paul, quien también falleció en el siniestro junto con el entonces novio de la princesa, Dodi Fayed.
Ese episodio marcó para siempre la vida de Harry, que ahora teme que el desamparo institucional lo exponga nuevamente a una tragedia. “Me han tratado diferente a todos los demás, me han señalado”, denunció. Incluso, su propio padre habría intentado sabotear su reclamo. “Nunca le pedí que interviniera. Le pedí que se hiciera a un lado y dejara que los expertos hicieran su trabajo”, explicó el duque.
Actualmente, su relación con el rey Carlos III atraviesa uno de sus momentos más tensos. Según reveló, ya no mantienen diálogo. “No quiere hablar conmigo por cuestiones de seguridad”, lamentó. A pesar del distanciamiento, el príncipe expresó su deseo de lograr una reconciliación con la familia. “La vida es preciosa. Ha habido muchos desacuerdos entre mí y algunos miembros de mi familia, pero también los he perdonado”, señaló.