
El puerto USB integrado en muchos routers domésticos se ha convertido en un punto de atención para especialistas en ciberseguridad, quienes advierten que su uso sin una configuración adecuada puede abrir la puerta a accesos no autorizados dentro de la red del hogar. Aunque la función permite compartir archivos, gestionar impresoras o habilitar servicios multimedia, también puede exponer datos personales si se emplean protocolos antiguos o se conectan unidades sin protección.
En los últimos años, los fabricantes han incorporado puertos USB en routers de gama media y alta con el fin de ampliar las posibilidades de estos equipos. La característica, pensada inicialmente para facilitar tareas cotidianas, puede habilitar el acceso a documentos, reproducir contenido en televisores y consolas o ejecutar copias de seguridad internas dentro del hogar. Sin embargo, los expertos coinciden en que muchos usuarios desconocen los ajustes necesarios para mantener la red protegida cuando utilizan esta conexión adicional.
El principal riesgo proviene de los servicios que se activan automáticamente en algunos modelos. Hay routers que trabajan con sistemas de transferencia de archivos como SMBv1 o FTP, estándares que han sido desplazados por fallas de seguridad conocidas. Si estos protocolos permanecen habilitados, un atacante que logre alcanzar la red podría acceder al almacenamiento conectado sin mayores obstáculos. Este escenario aumenta cuando los permisos se dejan sin contraseña o sin cifrado, algo habitual en configuraciones iniciales.

Otro punto que destacan los analistas es la limitada capacidad de hardware de ciertos routers. Al no estar diseñados para mover grandes volúmenes de datos, el rendimiento global de la red puede verse afectado si se conectan discos externos muy pesados o si se utilizan servicios multimedia de forma intensiva. En estos casos, el consumo de recursos podría ralentizar la navegación y afectar la estabilidad de la conexión.
A pesar de ello, el puerto USB continúa siendo una herramienta útil para quienes necesitan centralizar funciones dentro del hogar. En entornos familiares, permite compartir una impresora sin recurrir a cables, almacenar archivos de respaldo o habilitar una biblioteca multimedia accesible desde televisores, computadoras y dispositivos compatibles con DLNA. También puede facilitar actualizaciones de software en modelos que admiten cargar firmware desde una memoria externa.
Las posibilidades varían según el fabricante y la gama del router. Algunos equipos utilizan el puerto únicamente para tareas de servicio, mientras que otros permiten crear servidores de archivos, sincronizar carpetas internas o incluso generar una nube doméstica. Para que estas funciones operen de manera segura, los especialistas recomiendan revisar la configuración del router antes de conectar cualquier dispositivo.

Las medidas básicas incluyen deshabilitar protocolos antiguos, establecer contraseñas complejas para los recursos compartidos y activar opciones de cifrado cuando el equipo lo permita. También es aconsejable mantener el firmware actualizado, ya que las actualizaciones suelen corregir vulnerabilidades que podrían explotarse a través del USB. En caso de no necesitar la función, la recomendación general es mantenerla apagada.
Otro riesgo frecuente proviene del uso de memorias cuya procedencia no es clara. Conectar unidades desconocidas podría introducir malware que aproveche fallas del router o de los dispositivos conectados a la red. Por ello, se sugiere emplear únicamente dispositivos confiables y realizar análisis previos cuando se utilicen unidades externas.
Aunque el puerto USB está diseñado para ampliar las capacidades del router, su utilización sin controles adecuados puede convertirse en un punto débil dentro de la infraestructura digital del hogar. Los especialistas señalan que, si bien estas funciones aportan comodidad, deben activarse únicamente cuando sea necesario y siempre con medidas de protección ajustadas.

