Desde hace 15 años, Adrián Svich se encuentra condenado a prisión perpetua por el brutal crimen de Mara Mateu, una adolescente que fue hallada violada y estrangulada en los médanos de Santa Teresita. Por el femicidio -ocurrido en 2008- Diego Daniel Buzzo recibió la misma pena.
La joven salió de su casa la noche del 23 de marzo rumbo al centro comercial de la ciudad, pero nunca regresó. Al día siguiente, mientras se conmemoraba el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, un turista encontró su cuerpo entre la arena, a la altura de la calle 36. Estaba boca abajo, sin ropa interior y presentaba signos de abuso sexual. Había sido estrangulada con las manos y con el cordón de una zapatilla.
A 17 años del crimen, la defensa de Svich solicitó que se revoque la sentencia y se dicte su absolución. La organización Innocence Project Argentina sostiene que nuevos estudios genéticos y peritajes criminalísticos descartan la existencia de un vínculo del condenado con el asesinato.
“Esta acción no sólo ignora la contundencia del fallo judicial, sino que revictimiza a nuestra familia al poner en duda -una vez más- lo que la Justicia ya determinó con pruebas y testimonios firmes”, denunció Leónidas Mateu, padre de la víctima, en un contundente comunicado que publicó en redes sociales.
En el posteo manifestó su “profundo rechazo” al pedido de revisión de la sentencia, impulsado por el exfiscal Manuel Garrido. “Entendemos el valor de revisar errores judiciales cuando existen elementos nuevos y relevantes. Pero, en este caso, no se trata de un inocente condenado, sino de una estrategia que reabre una herida que nunca cerró”, sostuvo.
Y concluyó: “Pedimos que se respete su memoria. Que no se utilice su nombre como bandera para una causa ajena al dolor real de quienes seguimos luchando”.
El abogado de la familia de Mara, Marino Alejandro Cid Aparicio, reveló a Infobae que este lunes se presentó ante la Sala Tercera del Tribunal de Casación Penal: “(Innocence Project) no tiene domicilio en la Argentina, no tiene dónde notificarse del daño que pueda causar. Ni bien Casación nos tome el escrito, haremos una serie de planteos”.
En esa línea, apuntó contra algunos de los argumentos del exfiscal Garrido, quien preside esta organización dedicada a revisar condenas. Por ejemplo, la supuesta falta de rigor científico en el análisis del material genético que vincula a Svich con el crimen de Mateu.
“El ADN fue hecho por el Hospital Durand. La doctora Belén Rodríguez Cardoso fue convocada por el FBI por el tema de las Torres Gemelas. Ella era la directora del Banco Nacional de Datos Genéticos. Están promocionando otra empresa que se dedica hace unos poquitos años a hacer ADN”, deslizó Aparicio.
El letrado también advirtió que en la causa quedó probado que los condenados se conocían, y que Svich presentaba marcas de uñas en el brazo izquierdo y la espalda: “Él quiso atribuírselo después a que se había lastimado con una canaleta o con rosales. Ahora, en la nota que leí, se hablaba de una madera. Ninguno de esos tres elementos tiene uñas”, agregó.
En ese sentido, el abogado aseguró que confía en la solidez de las pruebas que sostuvieron la condena.
Leónides Mateu, por su parte, relató a este medio que se enteró del pedido a través de la nota de Infobae, publicada el pasado 18 de junio.
“Fue algo que nos salpicó y que nos sigue revictimizando. Una causa como esta, de delitos graves, lleva mucho tiempo y desgaste. La familia ya no tiene vida propia porque está con la cabeza pensando todo el día en que le mataron una hija, una hermana”, lamentó en diálogo con este medio.
Y agregó: “Hace ya varios días que no estoy durmiendo. Todo mal. Tengo confianza en que no va a avanzar mucho. Pueden hacer las contrapruebas que quieran”.
El pedido de la defensa
Innocence Project Argentina promovió una acción de revisión ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense para que se revoque la sentencia dictada contra Svich y se dicte su absolución.
De acuerdo con esta organización, la condena de Svich se sostuvo casi exclusivamente sobre la afirmación de que se había hallado material genético de Mara en la camisa que él usó durante su estadía en la ciudad balnearia.
“El único elemento que vincula a Adrián Svich con los hechos es el segundo informe de ADN sobre la prenda. No hay ADN en la escena del crimen ni en el cuerpo de la víctima. Tampoco existe prueba confiable sobre el conocimiento entre Svich y Buzzo, y menos aún de que estuvieron juntos esa noche. Svich no conocía a Mara Mateu”, explicaron. La representación de la familia, sin embargo, contradijo esta información.
Para la defensa, ese informe de ADN careció del rigor científico necesario, ya que no aplicó métodos estadísticos adecuados, pasó por alto inconsistencias y no tomó en cuenta los estándares actuales de la genética forense.
“Lamentablemente, en el caso, la condena se basó en un informe pericial genético que fue equivocado. El informe consideró acreditado que había ADN de la víctima en la camisa del acusado, pero esto no fue así. Un informe de la Fundación Favaloro con la ciencia actualmente disponible contradice esa afirmación”, dijo a Infobae Manuel Garrido.
En tanto, respecto de las lesiones que presentaba al momento de ser detenido, que durante el juicio se interpretaron como arañazos compatibles con una maniobra defensiva de Mara, podrían, según la defensa, responder a otras causas. Svich había declarado que se había lastimado reparando su casa en La Plata, antes de viajar a la Costa.
La organización que patrocina a Svich además cuestiona el peso que tuvo en el proceso la frase que el condenado pronunció durante una discusión en un hotel de la zona, cuando, en estado de ebriedad, dijo tener “una chica colgada de un árbol”.
Sostienen que el contexto en el que se dio esa expresión y el estado del acusado en ese momento le quitan valor como elemento incriminante, ya que esa frase -explican- fue dicha junto con otras afirmaciones delirantes durante un altercado por la cuenta del hotel, lo que motivó que lo detuvieran por una contravención.
El pedido ante Casación no solo apunta a revocar la condena y dictar una sentencia absolutoria, sino también a que se realice un nuevo peritaje genético bajo los estándares científicos actuales, con software especializado y técnicas que no estaban disponibles al momento del primer estudio.
Además, requirió la libertad provisional del detenido, que hoy tiene 64 años y se encuentra alojado en la Unidad Penal de Barker, en Benito Juárez.
En el juicio de 2011, Svich fue condenado a prisión perpetua por “abuso sexual con acceso carnal agravado por la cantidad de intervinientes y homicidio criminis causa”. Buzzo recibió la misma pena por los mismos delitos y, además, por robo agravado, ya que le sustrajo el teléfono celular y el reproductor MP3 a la víctima. La condena quedó firme en 2018 tras los rechazos de los recursos en todas las instancias.
