Uno de sus sueños fue establecer un récord mundial Guinness y aparecer con su fotografía en el libro de marcas globales. Después de más de una década, el ahora conocido como “Rey de los Crocs” logró su objetivo gracias a su gigantesca colección de zapatos.
Quién es el “Rey de los Crocs” y cuál es su récord mundial
Hace unos días se confirmó que Doogie Sandtiger, originario de Wethersfield, Connecticut, ingresó oficialmente a la edición 2026 del libro de los récords Guinness, después de 18 años de plantearse el objetivo de establecer una nueva marca y aparecer con su fotografía en el tomo.
Entre sus metas personales figuraban viajes internacionales —como a París— o adoptar un perro, pero en la lista el número 130 era romper o establecer un récord mundial Guinness, y el 532, ver su fotografía en el libro de marcas globales.
Casi dos décadas después, Doogie Sandtiger cumplió ambos sueños: aparecer en la edición 2026 y establecer el récord de la colección más grande de zapatos Crocs del planeta. En noviembre de 2024, cuando presentó las pruebas a la organización, el estadounidense tenía 3569 pares, cifra que desde entonces superó los 3800.
Aunque el llamado “Rey de los Crocs” destaca por su enorme colección, no es lo único que ha cambiado en su vida desde que comenzó a reunirlos en 2007. Doogie también se ha convertido en un miembro activo de su comunidad y aprovechó su ingreso a los récords Guinness para lanzar una campaña de concientización sobre el sistema de adopción y acogida de huérfanos en Estados Unidos.
Usó Crocs porque no sabía atarse los cordones
Doogie Sandtiger reveló que comenzó a usar este calzado casi por accidente, ya que nunca le enseñaron a amarrarse los cordones. Creció en el sistema de acogida familiar de Connecticut, pasando de una casa a otra hasta llegar a la vida adulta, lo que le generaba conflicto y lo hacía sentir cohibido. Por ello optó por utilizar calzado de goma, sin cordones y con cintas de velcro.
“Cuando uno va a diferentes lugares de acogida temporal, se pierde mucho en el camino. No hay mucha atención en la continuidad, ya que cada hogar desconoce lo que aprendiste en el anterior”, dijo Doogie a Colorado Public Radio.
También contó que, cuando entró a la secundaria, sus zapatos de velcro le valieron el acoso escolar, pero se negaba a pedir ayuda a los adultos porque se sentía inseguro de no saber atarse los cordones a su edad. Todo cambió el día que vio a una de sus vecinas usar unos Crocs color lavanda.
Ese mismo día, Doogie fue directo a la tienda y compró sus primeros Crocs negros, muy sencillos. Mientras para muchos eran zapatos feos, para él representaban arte. A partir de entonces comenzó su colección, que inicialmente planeaba de 366 pares, uno para cada día del año, incluyendo los años bisiestos, según declaró a NBC.
Así, a medida que crecía su colección, encontró la manera de cumplir su meta de formar parte de los récords Guinness.
Usa su récord mundial para apoyar a su comunidad
Como adulto, Doogie comenzó a trabajar en el Departamento de Niños y Familias de Connecticut, donde comenzó con una campaña de concientización del programa de acogida de Estados Unidos.
“Para mí es muy sanador. Me perdí gran parte de mi vida y es como si estuviera reescribiéndola ahora como adulto, para vivir lo que de niño no pude”, dijo al medio.