
El Rey Felipe VI ha cerrado la 45 edición de los Premios Princesa de Asturias con un discurso de lo más emotivo y que ha sonado a despedida. El monarca ha dejado en el aire si seguirá participando en futuras ediciones con un mensaje hacia la Princesa de Leonor.
«Me corresponde -creo yo- ir cediéndole ya este espacio, como Heredera de la Corona y como Presidenta de honor de la Fundación desde hace 11 años. Naturalmente, esto lo digo con emoción -de padre y de Rey- y, desde luego, con la intención firme de mantenerme vinculado a los Premios, a la Fundación y a Asturias: una tierra querida de la que no puedo concebir (¡y menos la Reina!) estar lejos», ha expresado al borde de las lágrimas Don Felipe.
Además, ha asegurado que «presente o no» estará «siempre comprometido» con los objetivos y valores de la Fundación y los Premios y ha remarcado que la Princesa de Asturias ha ido asumiendo gradualmente la tarea vinculada a los premios, «dando a cada paso nuevas pruebas de madurez y sensibilidad; con un papel también más activo en la vida pública».
Con la incógnita de si el próximo año presidirá la ceremonia en solitario, como hizo su padre en 1986 cuando cumplió los 18 años, la heredera de la Corona ha vuelto a sentarse este viernes a la derecha de Felipe VI en la mesa presidencial del escenario del Teatro Campoamor, acompañada de la reina Letizia y su hermana la Infanta Sofía.
