El Rey Juan Carlos ha abandonado este domingo por la tarde Sanxenxo tras cuatro días en nuestro país, minutos después de que la Princesa Leonor llegase a Marín a bordo del Juan Sebastián Elcano poniendo punto y final a su travesía en el buque escuela, y a su formación militar en La Armada. Y a pesar de que ambas localidades, situadas una enfrente de la otra en la Ría de Pontevedra, se encuentran a escasa media hora de distancia, finalmente no se ha producido el rumoreado reencuentro entre el Emérito y su nieta.
El padre del Rey Felipe VI aterrizaba el pasado jueves en el aeropuerto de Vigo en su cuarta visita del año a España, en la que manteniendo un perfil bajo no ha competido al timón de ‘El Bribón’, pero sí ha arropado a su tripulación siguiendo desde la lancha Cristina la Regata Hotel Carlos I Silgar, última prueba puntuable para el Trofeo Xacobeo de la categoría de 6M.
Este sábado Don Juan Carlos recibía la visita de la infanta Elena, con la que ha derrochado complicidad y cercanía disfrutando de la vela durante todo el fin de semana, a pesar de que las condiciones metereológicas adversas hacían que la jornada en alta mar de padre e hija terminase antes de lo esperado este domingo, regresando a la casa de Pedro Campos con una sonrisa antes de poner punto y final a su estancia en la localidad gallega.
A pesar de que muchos apostaban porque el Monarca se desplazaría a Marín para ver a la Princesa Leonor y felicitarla por su destacado papel como guardamarina en el crucero de instrucción de La Armada antes de abandonar nuestro país, lo cierto es que minutos después de las 18.00 horas -y de que su nieta atracase en el puerto pontevedrés- el Emérito se dirigía directamente de Sanxenxo al aeropuerto de Vigo para coger su avión privado y regresar a Abu Dabi sin reencontrarse con la heredera al trono.
