El foro empresarial realizado en Chengdú reunió a representantes de alrededor de 400 empresas tanto españolas como chinas y permitió abordar, entre otros aspectos, las dificultades que encuentran compañías de España para operar en el entorno chino, incluidas aquellas relacionadas con sectores como el porcino, expuestos a aranceles específicos. Según consignó el medio, el rey Felipe VI aprovechó esta cita en la capital de Sichuan para solicitar a las autoridades de la República Popular medidas encaminadas a superar estos obstáculos comerciales y técnicas, reafirmando la vocación de cooperación bilateral y subrayando el potencial para fortalecer los vínculos económicos entre ambos países. El jefe de Estado español manifestó la importancia de que se establezcan certidumbre y marcos regulatorios definidos, postulando a España como un “socio fiable” interesado en atraer inversiones chinas y servir, a la vez, como puente hacia América Latina y la Unión Europea.
De acuerdo con lo publicado, durante el acto, Felipe VI dio inicio formal a la visita de Estado a China acompañado de la reina Letizia, poniendo de manifiesto las posibilidades de ampliar la colaboración económica en áreas estratégicas. El monarca especificó que construir una relación económica basada en la confianza mutua, la apertura comercial y la seguridad jurídica resulta clave para lograr un intercambio duradero y sólido. «Si queremos construir una relación económica sólida y duradera entre España y China, debemos hacerlo sobre la base de la confianza mutua, la apertura y la seguridad jurídica, donde el comercio y la inversión sigan siendo motores de estabilidad y progreso», puntualizó el rey, tal como informó la fuente original.
El medio informó que el rey Felipe VI acentuó ante autoridades y empresarios que uno de los principales objetivos de España consiste en asegurar condiciones estables y favorables para que las empresas españolas puedan desarrollar proyectos en colaboración con sus contrapartes chinas. En este sentido, hizo hincapié en la necesidad de entornos de previsibilidad y reglas del juego claras, entendiendo que la actividad empresarial requiere escenarios de estabilidad y relaciones sostenidas en el tiempo. El rey afirmó: “Sabemos que la actividad empresarial necesita certidumbre, marcos claros y relaciones duraderas”. Añadió también el compromiso de España con la creación de condiciones que eleven la inversión y refuercen la cooperación a largo plazo entre los sectores productivos de ambos países. Entre los asistentes al evento figuraron el ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, y el presidente de la Cámara de Comercio de España, José Luis Bonet.
Felipe VI enumeró sectores en los que la cooperación entre España y China puede avanzar, poniendo como ejemplos las energías renovables, la automoción y el farmacéutico, donde China ha evolucionado con rapidez hasta consolidarse como polo global de innovación. También destacó al sector agroalimentario, mostrando confianza en que se sigan abriendo espacios para productos españoles en ese mercado. Aprovechó su discurso para reivindicar el papel de la gastronomía en la construcción de lazos interculturales y propuso que China profundice su conocimiento de la cocina española, al igual que ha valorado ya el patrimonio cultural del país europeo.
Según reportó la fuente, el rey reiteró la posición de España como opción relevante para las inversiones de China, describiéndola como una economía integrada plenamente en los circuitos internacionales, con infraestructuras competitivas y experiencia en logística y servicios. Para el monarca, la colaboración con China puede traducirse en transferencia tecnológica, desarrollo de capacidades y generación de valor agregado tanto para la economía china como para la española.
Parte central del mensaje refirió a la ubicación geopolítica de España, definida como acceso natural a la Unión Europea y a los mercados emergentes del norte de África, así como a una relación histórica y consolidada con América Latina. Las empresas españolas, según recalcó, cuentan con experiencia en la región latinoamericana, aspecto que puede resultar de interés para actores empresariales chinos que proyectan expandirse en ese bloque geográfico. En el marco asiático, también mencionó alianzas empresariales exitosas entre empresas chinas y españolas que han trascendido las fronteras nacionales.
En palabras del rey, encuentros como el llevado a cabo en Chengdú permiten convertir el potencial económico y tecnológico en proyectos conjuntos, innovación y transferencia de conocimientos. Además, sostuvo que la visita de Estado expresa la intención española de incrementar la cooperación con China. Felipe VI remarcó: “Nos ilusiona, especialmente, poder impulsar, juntos, nuevas oportunidades de colaboración que redunden en el beneficio mutuo de nuestras empresas y en la prosperidad de nuestros pueblos”.
Por su parte, el ministro Carlos Cuerpo intervino ante los asistentes destacando la relevancia de la reducción de barreras comerciales en un contexto internacional caracterizado por la incertidumbre, según publicó la fuente. El responsable económico se refirió a la necesidad de promover relaciones duraderas con los principales socios de España y de la Unión Europea, situando a China entre las prioridades en las agendas de ambos. Cuerpo resaltó la contribución de las empresas españolas en China, reiteró la invitación a los inversores chinos para desembarcar en el país ibérico y defendió el entorno favorable que caracteriza a la economía nacional. El ministro subrayó que España, según previsiones citadas durante el foro, será la economía avanzada de mayor crecimiento en 2025 y enfatizó el modelo de expansión equilibrado y generador de empleos de calidad.
El medio indicó que tanto Cuerpo como el rey recordaron la hoja de ruta establecida en la pasada visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Pekín, compromiso que guiará la evolución de las relaciones bilaterales y en la que el presente foro constituye una prueba de la voluntad de ambas partes de profundizar el vínculo económico y comercial.
El copresidente de la empresa CATL, Pan Jian, valoró ante los medios el apoyo brindado por el Gobierno de España para desarrollar inversiones en el país, en particular el proyecto conjunto con Stellantis para levantar una gigafactoría de baterías eléctricas en Zaragoza por un monto de 4.100 millones de euros. Pan detalló, según lo difundido por la prensa, que esta obra creará más de 4.500 empleos y que la comunicación frecuente con las autoridades españolas permite resolver cualquier contratiempo. El directivo de CATL argumentó que, además del clima de estabilidad y cooperación, influyó en la elección de España la afinidad en materia de ética y trabajo en equipo, así como el “profundo compromiso con las energías renovables del Gobierno y el pueblo español”. “España cuenta con uno de los Gobiernos más comprometidos en ese sentido y para una empresa del sector de las energías renovables eso es algo que valoramos profundamente”, puntualizó Pan Jian.
El copresidente de CATL expresó, según recogió la fuente, su confianza en que la alianza entre CATL, Stellantis y España será ventajosa para todas las partes y aseguró que la compañía mantendrá su apuesta para contribuir a la generación de empleo en la Unión Europea y el crecimiento económico del continente.