El insomnio es uno de los problemas más frecuentes de la vida moderna. Muchas personas pasan horas dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, afectadas por el estrés, las preocupaciones diarias o incluso por lo que comen antes de acostarse. Dormir bien no solo influye en el ánimo, sino también en la salud física y mental. Por eso, cada vez más personas buscan soluciones naturales que las ayuden a descansar mejor sin recurrir a medicamentos. En ese camino, la alimentación juega un papel fundamental y, entre las opciones disponibles, hay una fruta que llama la atención: además de ser deliciosa y fácil de incorporar a la dieta, es rica en proteínas y magnesio, dos componentes esenciales que ayudan a relajar el cuerpo y a preparar el organismo para un sueño profundo y reparador.
La investigación fue difundida por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y por la Universidad de Cambridge, a partir de un trabajo conjunto realizado por especialistas de distintas universidades del mundo. Bajo el título Sueño y Nutrición para Atletas, el estudio se propuso investigar de qué manera ciertos alimentos pueden incidir positivamente en la calidad del sueño, sobre todo en personas sometidas a una alta exigencia física y mental, como los deportistas profesionales.
Además, se contó con los aportes del médico y magíster en Nutrición Clínica y Deportiva, Antelm Pujol, quien analizó en profundidad el papel que cumplen nutrientes clave como el magnesio y las proteínas a la hora de preparar el organismo para un descanso más profundo, reparador y sostenido en el tiempo.
Durante el desarrollo del estudio, los participantes —atletas de alto rendimiento— consumieron dos kiwis verdes (Actinidia deliciosa) una hora antes de acostarse, durante un período de cuatro semanas. Los resultados mostraron mejoras significativas en varios aspectos del sueño: aumento del tiempo total de sueño, mayor eficiencia, reducción en el número de despertares nocturnos y una disminución en el tiempo de vigilia luego de conciliar el sueño. También se observaron mejoras en el equilibrio entre el estrés general y el estrés deportivo, lo que sugiere que el kiwi podría ser una herramienta efectiva y natural para optimizar el descanso y la recuperación en personas con alta demanda física.
En relación con estos resultados, los autores del trabajo subrayaron que los “factores nutricionales pueden optimizar la calidad y duración del sueño”, y remarcaron la importancia de mantener una “nutrición adecuada”, complementada con estrategias basadas en estudios científicos. Lejos de centrarse únicamente en teorías generales, el informe brinda recomendaciones prácticas que pueden aplicarse en la rutina diaria, con el objetivo de alcanzar un descanso nocturno más profundo, sostenido y de mejor calidad.
Entre esas recomendaciones, una de las más llamativas es, justamente, el consumo de kiwi. Según los datos obtenidos, ingerir dos kiwis una hora antes de dormir puede aumentar tanto el tiempo total de sueño como su eficiencia en un 16,9%, lo que representa una mejora significativa. Este beneficio se atribuye principalmente a su alto contenido de serotonina, un neurotransmisor clave en la regulación del ciclo del sueño, y a la presencia de antioxidantes, que colaboran en la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo, facilitando que el cuerpo alcance un estado de relajación ideal para dormir mejor.
*Es importante remarcar que, antes de incluir cualquier nuevo alimento a tu dieta, consultes con un médico especialista.