El Senado de Estados Unidos no logró el martes aprobar por octava vez consecutiva una resolución temporal de financiación para poner fin al cierre parcial del gobierno federal, que se extiende ya por 14 días.
La votación en la Cámara Alta terminó con 49 votos a favor y 45 en contra, sin alcanzar los 60 necesarios para avanzar con la medida. La propuesta, impulsada por los republicanos, ya había sido aprobada previamente por la Cámara de Representantes y buscaba financiar al gobierno hasta el 21 de noviembre.
Los demócratas votaron en bloque en contra ante la falta de acuerdos para garantizar la extensión permanente de créditos para la seguridad sanitaria y el programa Obamacare, cuyo financiamiento vence este año. Por su parte, los republicanos se oponen a vincular la financiación del gobierno con estos subsidios, argumentando, sin pruebas, que el programa beneficia a migrantes indocumentados.
Seis senadores no participaron en la votación, entre ellos John Fetterman, de Pensilvania, uno de los tres demócratas que habían apoyado previamente proyectos de ley respaldados por el Partido Republicano.
La derrota de la moción implica que el cierre del gobierno se prolongará al menos un día más. Hasta el momento no se ha definido cuándo el Senado volverá a intentar avanzar con la propuesta de financiamiento.
El presidente Donald Trump intensificó la presión al anunciar que el viernes revelará una lista de programas federales que su administración planea eliminar de manera permanente.
Durante el cierre, se han registrado 4.100 despidos en diferentes agencias federales, incluyendo el Departamento de Justicia y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, predijo el lunes que el cierre del gobierno federal podría convertirse en el más largo de la historia, insistiendo en que no negociará con los demócratas hasta que abandonen sus demandas sobre atención médica.
Solo en el Capitolio, en el decimotercer día del cierre, Johnson declaró que desconocía los detalles de los miles de trabajadores federales despedidos por la administración Trump.
En paralelo, el vicepresidente JD Vance ha advertido sobre recortes “dolorosos” por venir, incluso mientras los sindicatos de empleados demandan. “Nos dirigimos hacia uno de los cierres más largos en la historia de Estados Unidos”, indicó Johnson.
Sin un final a la vista, el cierre parece encaminado a continuar por el futuro previsible. La clausura ha detenido las operaciones rutinarias del gobierno, ha cerrado museos del Smithsonian y otras instituciones culturales emblemáticas, y ha dejado a los aeropuertos lidiando con interrupciones de vuelos, inyectando más incertidumbre en una economía ya precaria.
(Con información de EFE)