El Senado ha aprobado este miércoles la moción del PP en la que insta al Gobierno a establecer autorizaciones por puntos para migrantes y a garantizar retornos y expulsiones «rápidos y efectivos», entre otras medidas. Ha contado con 148 votos a favor (PP, Vox y UPN), 110 en contra (PSOE y socios) y dos abstenciones (Agrupación Herreña y Agrupación Socialista Gomera).
En el debate de la iniciativa, el PP ha acusado al Gobierno de «descontrol absoluto» migratorio, mientras el PSOE ha afeado a los ‘populares’ que recojan en su plan de migración «ocurrencias» de Vox.
En este sentido, la senadora del PP Miriam Bravo ha defendido la moción como un ejercicio de «responsabilidad» ante lo que considera un «descontrol absoluto» en las fronteras. «Hay que afrontar el reto migratorio de forma realista y humano, sin caer en ese falso buenismo de la izquierda ni en señalar o estigmatizar como practica Vox», ha afirmado.
Asimismo, ha acusado al Ejecutivo de llevar a cabo un «reparto arbitrario» de menores migrantes no acompañados entre comunidades autónomas, sin dotarlas de los recursos necesarios. Según ha indicado, esta situación está ocasionando «que se dinamite la convivencia y, por supuesto, reventando los servicios públicos de las comunidades autónomas de acogida».
También ha sostenido que el actual modelo migratorio «castiga» a comunidades gobernadas por el PP, como Madrid. «España no puede ser un corredor humano ni puede permitirse que se repartan inmigrantes como si de paquetes sin almas se tratase por las regiones atendiendo a criterios políticos de quien quiere mantenerse en el poder a toda costa y en contra de las necesidades reales de este país», ha recalcado.
Por ello, el PP incluye en su moción el plan migratorio por el que apuesta la formación. Entre las medidas que plantea, el texto recoge la centralización de las competencias de inmigración y extranjería en una única autoridad estatal, así como modificar el Código Penal y la Ley Orgánica del Poder Judicial para «reforzar la persecución de los delitos de tráfico de migrantes cometidos en aguas internacionales».
Además, aboga por implantar un sistema de visado por puntos; garantizar retornos y expulsiones rápidos y efectivos mediante la aplicación del futuro Reglamento de Retorno de la UE; reforzar los requisitos para acceder a la nacionalidad español; recuperar la excepcionalidad del arraigo; y verificación de la edad en un plazo máximo de 72 horas y expulsar a quienes falseen su identidad.
SIN PROPUESTAS NUEVAS, SEGÚN PSOE
En el turno de portavoces, el socialista Pedro Manuel Martín ha criticado que el plan migratorio del PP «no aporta propuestas nuevas» y que este presenta medidas que o bien ya están funcionando o recoge «ocurrencias de Vox».
Igualmente, ha calificado el texto propuesto por el PP como una «desilusión» y ha añadido que los ‘populares’ «necesitan señalar a España como un caso absolutamente fuera de control» cuando «no lo es».
«Los migrantes para el PP son solo un problema», ha reprochado. También ha lamentado que la moción ignore la aportación de la inmigración al empleo, a los ingresos fiscales, al PIB y a la renovación generacional. Además, ha denunciado que el plan ‘popular’ «apenas cuatro párrafos» a los menores migrantes, sin mencionar la situación en Ceuta, Melilla o Canarias.
VOX DICE QUE ESPAÑA NO PUEDE ACOGER «A TODA ÁFRICA»
Mientras, Ángel Pelayo Gordillo, de Vox, ha llamado a «poner orden» en la política migratoria porque, según ha indicado, España no puede acoger «a toda África», ni «a todo el mundo». Además, ha rechazado las «puertas abiertas» y ha pedido «contener» ante «una auténtica invasión». «Lo estamos viendo en muchos países y nosotros aún estamos a tiempo. Sensatez, cordura y poner remedio a las cosas cuando se puede», ha recalcado.
En cambio, Eduard Pujol, de Junts, ha destacado en su intervención la necesidad de que Cataluña disponga de competencias propias en materia de inmigración. «Si ustedes que son nación quieren regular la inmigración, ¿por qué no pueden entender que Cataluña, que también es nación, necesita regular su inmigración?», ha preguntado y ha reafirmado que «no se moverá ni un milímetro» de ese objetivo.
Por UPN, María Mar Caballero ha apostado por que la inmigración se aborde como un «auténtico tema de Estado», con «una política seria, coherente y coordinada». «Eso y no la crispación y la polarización es lo que debiera ocupar al Gobierno en lugar de acusar y descalificar a quienes pedimos soluciones, recursos y orden en beneficio del conjunto de las autoridades», ha subrayado.
Josu Estarrona, de EH Bildu, ha acusado al PP de «abrazar irresponsablemente la retórica antiinmigración» en el discurso público y político y de repetir «los mismos mantras y mentiras que la extrema derecha». «Lo de ustedes es clasismo, es racismo y es aporofobia porque ponen la alfombra roja a las fortunas extranjeras al otorgarles el permiso de residencia a cambio de que compren una vivienda y, sin embargo, dan palos a las personas más desfavorecidas que huyen de sus países en conflicto», ha apuntado.
Por otro lado, el senador de Agrupación Socialista Gomera, Fabián Chinea, ha dicho que la política migratoria «debe ser una auténtica política de Estado, ajena a los vaivenes y las disputas partidistas». También ha reprochado al PP que sus gobiernos autonómicos «no han estado a la altura» en la corresponsabilidad de la atención de los menores migrantes.
Finalmente, Nerea Ahedo, del PNV, ha abogado por una «respuesta coordinada, humanitaria y sostenible, que garantice derechos y deberes, que integre a las personas y que promueva su contribución al desarrollo». En esta línea, ha pedido «evitar soluciones temporales y parciales y reactivas como la del PP». «Esta moción parece ser mostrar que todo está fatal, que todo es terrible. Hacemos además un totum revolutum y no importa liarlo todo porque esto tiene rédito electoral, sobre todo ahora que están notando el aliento de la extrema derecha en la nuca», ha recalcado.