
Unas 200.000 personas, según el sindicato convocante, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), han salido este sábado a las calles de Roma en una nueva movilización esta vez con el lema «Democracia en el trabajo» en una nueva demostración de fuerza frente al gobierno de derecha de la primera ministra Giorgia Meloni, a la que han amenazado con una huelga general contra los presupuestos.
«Somos más de 200.000», ha proclamado el secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, según recoge la prensa italiana. «No descartamos nada. Hoy queremos demostrar que hay un importante segmento de nuestro país que sale a la calle para exigir justicia», ha resaltado.
Landini ha acusado al Gobierno de Meloni de «mentir» y de preparar unos presupuestos que «podrían causar daños». «Vienen cosas nuevas para el país desde las bases, de la gente, y hay quienes no quieren verlas. Quienes demonizan a quienes toman las calles porque tienen miedo, miedo de la democracia», ha argumentado.
El dirigente sindical ha acusado desde el palco al Gobierno de «extorsionar miles de millones a trabajadores y pensionistas con un fraude» en referencia a las rebajas del impuesto de la renta y la falta de compensación de los impuestos ante la subida de la inflación.
«Un trabajador que gane 30.000 euros con estos presupuestos el año que viene tendrá una subida de 40 euros al año, 3 euros al mes. ¿Está claro? Esta persona ha pagado en compensación de impuestos una media de 2.000 euros en los últimos tres años. Entre 2022 y 2024 los trabajadores y pensionistas han pagado 25.000 millones de euros más en impuestos de lo debido por la falta de compensación», ha afirmado Landini antes de exigir que se les devuelva esta cantidad.
Entre los asistentes había representantes del Partido Democrático como los diputados Marta Bonafoni, Andrea Casu, Annalisa Corrado, Gianni Cuperlo, Alfredo D’Attorre, Arturo Scotto o Nicola Zingaretti, así como los copresidentes de la Alianza Verde y de Izquierda, Nicola Fratoianni y Angelo Bonelli.
