La diabetes es uno de los padecimientos más comunes en nuestro tiempo; sin embargo, en sus primeras etapas o incluso en la prediabetes, suele ser una condición silenciosa que no provoca síntomas.
Por ello puede ser difícil identificar cuando los niveles de azúcar se encuentras elevados para buscar medidas para revertir estos efectos.
Es por esto que aquí te contamos sobre un síntoma poco conocido que suele manifestarse en los ojos pero que muchas personas no asocian con problemas de glucosa elevada.
Cuál es el síntoma en los ojos que revela que tienes elevado el azúcar en la sangre
Un síntoma frecuente en los ojos que puede revelar niveles elevados de azúcar en la sangre (hiperglucemia), asociado a condiciones como la diabetes, es la visión borrosa.
Esto ocurre debido a que los altos niveles de glucosa pueden alterar la forma en que los ojos enfocan al afectar el cristalino y los líquidos oculares.
Otros signos relacionados con hiperglucemia incluyen:
- Dificultad para enfocar: Los cambios en los niveles de azúcar pueden hacer que la visión se vuelva inestable.
- Sensación de sequedad ocular: Gastos lacrimales alterados por la glucosa elevada.
- Aparición de puntos negros o “flotantes”: Asociados a daños en la retina por complicaciones como la retinopatía diabética.
Cuáles son otros síntomas de tener el azúcar elevada
Los síntomas de niveles elevados de azúcar en la sangre (hiperglucemia) pueden variar dependiendo de la severidad, pero los más comunes incluyen:
- Sed excesiva (polidipsia): Sensación constante de sed, incluso al beber suficiente agua.
- Aumento de la micción (poliuria): Necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche.
- Visión borrosa: La hiperglucemia afecta los fluidos en los ojos, causando dificultad para enfocar.
- Cansancio o fatiga: Sensación de agotamiento, incluso sin haber realizado gran esfuerzo.
- Dolor de cabeza: La deshidratación y los niveles altos de glucosa pueden contribuir a dolores de cabeza.
- Hambre excesiva (polifagia): Sensación de hambre constante, incluso después de comer.
- Pérdida de peso inexplicable: El cuerpo puede empezar a descomponer músculos y grasas para obtener energía ante la falta de glucosa en las células.
- Infecciones frecuentes: Niveles altos de azúcar favorecen la aparición de infecciones, especialmente en la piel, encías o tracto urinario.
- Heridas de cicatrización lenta: Las altas concentraciones de glucosa dificultan la reparación de los tejidos.
- Sequedad en la boca: Sensación persistente de boca seca, independientemente de la hidratación.
- Hormigueo o entumecimiento: Especialmente en manos o pies, relacionado con daño nervioso (neuropatía diabética).
Si se presentan estos síntomas, se recomienda medir los niveles de glucosa y buscar atención médica, ya que la hiperglucemia prolongada puede causar complicaciones graves, como daño a los vasos sanguíneos, nervios y órganos.