El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) señaló que este miércoles 16 de septiembre, la tormenta tropical Mario sigue activa y se desplaza de forma paralela a las costas de Baja California, causando lluvias en esa entidad y parte de Sonora.
La zona de baja presión con potencial ciclónico, ubicada al suroeste de las costas de Colima y Michoacán, continuará intensificándose y generará lluvias fuertes a muy fuertes en el occidente del país, así como vientos intensos y oleaje elevado en las costas de Jalisco, Colima y Michoacán.
Se espera que esta zona de baja presión absorba a la onda tropical número 32. Los pronósticos indican que cuenta con 90 % de probabilidad de desarrollo ciclónico en los próximos siete días. De alcanzar la categoría de tormenta tropical, recibirá el nombre de Narda.
La tormenta Mario mantendrá lluvias de fuertes a muy fuertes, además de rachas de viento fuertes y oleaje elevado, en la Península de Baja California, durante este martes, alertó el Meteorológico.
El SMN detalló que este sistema, ubicado a 730 kilómetros al sur de Punta San Telmo, Michoacán, tiene 70 % de probabilidad para desarrollo ciclónico en 48 horas y 90 % en 7 días.
Por ello, se espera que la formación de la depresión tropical 14-E y de seguir evolucionando, se convertirá en el ciclón Narda.
Esta zona de baja presión se desplaza hacia al oeste-noroeste, a una velocidad de entre 16 y 24 km/h.
Tormenta tropical Mario no causará daños en Baja California
Según el SMN, se esperan precipitaciones de entre 50 y 75 milímetros en Baja California Sur, mientras que en Baja California las lluvias podrían alcanzar entre 25 y 50 milímetros.
Además, se pronostican vientos sostenidos de 10 a 20 kilómetros por hora con rachas que podrían llegar hasta 50 kilómetros por hora, acompañados de oleaje elevado de 2 a 3 metros en la costa occidental de la península.
Por la mañana de este martes, el centro de Mario se encontraba a aproximadamente 550 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo San Lázaro y a 750 kilómetros de Cabo San Lucas, ambas localidades situadas en Baja California Sur.
En ese momento, el sistema presentaba vientos máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora y rachas de hasta 95 kilómetros por hora, desplazándose hacia el noroeste a una velocidad de 20 kilómetros por hora.
Las autoridades han advertido que las lluvias asociadas a este fenómeno podrían estar acompañadas de descargas eléctricas y aumentar el riesgo de encharcamientos, deslaves e inundaciones en áreas bajas.
Además, los vientos previstos tienen el potencial de derribar árboles y anuncios publicitarios, lo que incrementa la necesidad de precaución entre los habitantes de la región.
A pesar de las condiciones adversas, el sistema mantiene una trayectoria de alejamiento de las costas mexicanas y muestra signos de debilitamiento progresivo.