El sorprendente viaje que llevó a Clint Eastwood de ser un joven nadador rebelde a ícono del western internacional

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La transformación de Eastwood redefinió el cine western, llevando al cowboy clásico a una nueva dimensión a través de la sobriedad y la contundencia visual (REUTERS/Mario Anzuoni)

Una silueta emergiendo entre el humo de un cigarro, un sombrero ladeado y una mirada inmutable definieron la irrupción de Clint Eastwood en la pantalla grande, transformando de forma permanente la imagen del cowboy en la cultura popular. De socorrista en California a leyenda del western, su trayectoria, marcada por la serie Rawhide y su posterior salto al cine europeo bajo la dirección de Sergio Leone, despertó un interés duradero, según relata Paris Match.

Eastwood nació el 31 de mayo de 1930 en San Francisco, en plena Gran Depresión. Llamado “Sonny” por sus padres, vivió una adolescencia inquieta, atraído por la fotografía y la música. Su juventud combinó intereses artísticos con un carácter rebelde, hasta que, a los veintiún años, el servicio militar lo llevó a Fort Ord, en la bahía de Monterrey, California.

Gracias a su formación como maestro de natación, Eastwood no fue enviado a la Guerra de Corea y trabajó como instructor para el ejército de Estados Unidos.

Antes de conquistar Hollywood, Eastwood forjó disciplina y resistencia en la piscina, temperando una rebeldía juvenil mediante el deporte y la vida militar (AP Photo)

Primeros pasos en Hollywood

En ese ambiente militar, un asistente de dirección de Universal Studios quedó impresionado por su presencia, lo que le permitió obtener un primer contrato como actor en abril de 1954. Sus primeros trabajos incluyeron doblaje y papeles menores en producciones de serie B, frecuentes en aquellos años. La relación con el director Arthur Lubin fue determinante, ya que lo eligió para un papel en “Escapade au Japon” en 1957, aunque el éxito aún se resistía.

Dos años después, sin contrato renovado y con incertidumbre laboral, recibió el apoyo de su esposa, Maggie Margaret Neville Johnson, modelo y madre de sus dos hijos, quien lo alentó a seguir en su carrera. Decidido a buscar nuevas oportunidades, Eastwood cambió de agente y contrató a Bill Shiffrin, quien lo impulsó a audicionar para una serie de televisión llamada Rawhide.

Producida por Charles Marquis Warren, la serie se estrenó en 1959 y coincidió con el auge televisivo de los westerns, como el lanzamiento de “Bonanza”. Paris Match señala que los 1,95 metros de estatura de Eastwood impresionaron a los productores, quienes le asignaron a Rowdy Yates, un joven vaquero asistente del jefe de pista, Gil Favor, encargado de llevar ganado de Texas a Missouri tras la Guerra de Secesión.

Tras varios rechazos y papeles efímeros, el futuro director encontró estabilidad y popularidad gracias a la televisión, iniciando así su proyección internacional (AP)

Durante 217 episodios emitidos por CBS entre el 9 de enero de 1959 y el 7 de diciembre de 1965, Rawhide mantuvo una estructura constante: cada capítulo, titulado “Incident”, presentaba un suceso que desataba retos para los cowboys.

Si bien el protagonista principal era Gil Favor, interpretado por Eric Fleming, Eastwood despuntó como el mayor atractivo de la serie, especialmente para el público femenino.

El personaje de Rowdy Yates, el más joven y temperamental, dejó mostrar en ocasiones el talento musical de Eastwood, quien grabó el álbum country “Cowboy Favorites”, aunque con poca repercusión.

De Rawhide a la trilogía del dólar con Sergio Leone

El contrato con Rawhide le impedía participar en otras producciones estadounidenses, una limitación usual en la industria televisiva. Sin embargo, su destino profesional estaba cerca de cambiar. Mientras Rawhide perdía audiencia, el director italiano Sergio Leone preparaba en Europa una versión western de “Yojimbo”, la célebre película de Akira Kurosawa. Leone, cuyo prestigio provenía del cine péplum, buscaba un estadounidense para encarnar el espíritu del Oeste, aunque la filmación sería en España.

La primera opción de Leone era Henry Fonda, pero el presupuesto no lo permitía. Pensó en Richard Harrison, con trayectoria en Europa, pero este rechazó la oferta y recomendó a Clint Eastwood, cuando Rawhide estaba por concluir.

Eastwood, con escasas alternativas y motivado también por el deseo de su esposa de viajar a Europa, decidió aceptar, pese a no hablar italiano; Leone tampoco dominaba el inglés. Así, Rowdy Yates dejó paso al enigmático “Hombre sin Nombre”, figura de la trilogía del dólar.

El salto al cine europeo y la reinvención bajo la mirada de Leone convirtieron a Eastwood en icono global, construyendo el arquetipo del anti-héroe solitario (AP)

El rodaje en España abrió una nueva etapa: bajo la dirección de Leone, Eastwood consolidó la imagen de un cowboy implacable y lacónico. Su primera aparición en “Por un puñado de dólares” impactó de inmediato al público europeo.

Del Reisman, productor ejecutivo de Rawhide, describió para Paris Match la impresión de esa escena inicial: la sola presencia de Eastwood, envuelta en humo de cigarro y con una actitud desafiante, bastó para que la audiencia detectara de inmediato a una auténtica estrella del western.

De este modo, la llegada de Clint Eastwood renovó el arquetipo del vaquero y dio origen a un mito cinematográfico imposible de borrar de la cultura popular.

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