Horas antes del contundente triunfo del peronismo en las elecciones legislativas bonaerenses, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se emocionó al contar, minutos después de votar en la Escuela Superior de Sanidad Floreal Ferrera de La Plata, que su hijo mayor, León, sufragaba por primera vez.
“Hoy vota por primera vez León, mi hijo mayor. Todavía no lo hizo, probablemente lo acompañe. Es un acto familiar”, contó con la voz quebrada, el domingo por la mañana, ante la prensa apostada en el lugar.
Luego, siguiendo con las declaraciones previas que venía haciendo a modo de reflexión sobre esta jornada electoral, sostuvo que “el voto es un acto democrático y un acto de paz”, y dijo que, “más allá de los resultados, gana la democracia, porque hubo épocas en la Argentina en la que no se podía votar”.
Kicillof añadió que, tras conversar con intendentes, se resolvieron los inconvenientes de la mañana: “En toda la provincia ya se está votando bien. Es un hermoso día para que el pueblo se exprese con conciencia en una elección importante”.
Festejo en el búnker celeste
Antes de cerrar su intercambio con la prensa, confirmó que iba ir al búnker en La Plata, tras pasar el día con su familia y algunos amigos, que se convirtió, pasadas las 21, en una fiesta peronista.
Tras conocer la imposición de Fuerza Patria (47,28%) sobre La Libertad Avanza (33,71%) en los comicios, Kicillof agradeció a toda la militancia con un mensaje de unidad en el discurso de la victoria mientras una multad coreaba “es para Axel la conducción”.
“Gracias a los que escucharon lo que nos pedía nuestro pueblo. A los que permitieron forjar una sola boleta que es la de Fuerza Patria, que hoy terminó con una victoria aplastante en toda la provincia. Gracias Sergio [Massa], Cristina [Kirchner], injustamente condenada, que tendría que estar en este escenario”.