El Supremo Tribunal Federal de Brasil confirmó este martes la condena de Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), a 16 años, un mes y 15 días de prisión por su involucramiento en la tentativa de golpe de Estado promovida bajo el liderazgo del expresidente Jair Bolsonaro. Pese a la ratificación de la sentencia, Ramagem permanece fuera del país, en Estados Unidos, situación que ha generado nuevas acciones judiciales y políticas. El tribunal comunicó oficialmente a la Cámara de Diputados la pérdida de su mandato parlamentario, responsabilidad que ahora recae en la Mesa Directiva de la institución, según lo establecido por el magistrado del Supremo Alexandre de Moraes, encargado del caso.
De acuerdo con lo publicado por el medio original, la medida adoptada este martes implica la retirada formal del acta de diputado de Ramagem, quien figura entre los condenados principales en la estructura considerada por la justicia como una organización criminal orientada a la abolición violenta del Estado de derecho democrático en Brasil. El STF determinó que la Cámara Baja debe declarar oficialmente el cese del mandato, paso que sienta un precedente relevante para otros procesos relacionados.
Tal como indicó el medio, Ramagem no se encuentra en territorio brasileño. El exjefe de inteligencia logró salir del país hacia Estados Unidos, pese a mantener una prohibición expresa de salida debido a la gravedad de las imputaciones y la sentencia firme. Desde ese país, declaró haberse refugiado con el «consentimiento» del expresidente Donald Trump y sostuvo que enfrenta «una grave persecución».
Las investigaciones judiciales, consignadas por la fuente, concluyeron que Ramagem empleó su posición al frente de la Abin en apoyo material y logístico para llevar adelante los planes golpistas, vulnerando la legalidad e institucionalidad democrática. Por ello, la condena incluye cargos de organización criminal, abolición violenta del Estado de derecho y tentativa de golpe de Estado.
Junto a la condena de Ramagem, el Supremo ratificó también sentencias para otras figuras destacadas del entorno de Bolsonaro. Según detalló el medio, la pena más elevada recayó sobre el propio Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de cárcel por su papel central en la trama. Asimismo, Walter Braga Netto, exministro de Defensa, enfrenta 26 años de prisión; Anderson Torres, extitular de Justicia, 24 años; el excomandante de la Marina, Almir Garnier, igualmente 24 años; el exjefe del Gabinete de Seguridad Institucional, Augusto Heleno, 21 años; y Paulo Sérgio Nogueira, también extitular de Defensa, 19 años.
Según reportó la misma fuente, la justicia mantiene abierto el monitoreo sobre la localización y condición legal de Ramagem, cuya presencia en Estados Unidos fue confirmada en recientes declaraciones públicas donde argumentó motivos políticos para su salida y su permanencia en ese país norteamericano.
El rol de la Agencia Brasileña de Inteligencia se examinó particularmente durante el proceso, pues, según el STF, su aparato se puso al servicio de intereses extrainstitucionales durante la fase crítica previa al intento de golpe de Estado. La reiteración de la condena y el retiro de la condición parlamentaria refuerzan el mensaje institucional de las autoridades brasileñas sobre la responsabilidad y las consecuencias para los funcionarios que participaron en los hechos.
La decisión del Supremo y el procedimiento parlamentario subsiguiente marcan una etapa dentro del conjunto de juicios en torno a la tentativa de golpe, caracterizado por múltiples condenas a altos exfuncionarios y la activación de mecanismos para restaurar la legalidad y la confianza en las instituciones democráticas. La cobertura del proceso y sus derivaciones legales y políticas continúa en el centro de la agenda nacional, con la atención puesta sobre la eventual evolución del caso Ramagem y la situación de los demás condenados.
El medio que dio a conocer estos detalles subrayó que la decisión del STF se suma a otras resoluciones judiciales recientes que buscan consolidar la respuesta institucional a los crímenes cometidos durante uno de los episodios más críticos en la historia política reciente de Brasil. La salida de Alexandre Ramagem a Estados Unidos abre nuevos frentes de cooperación e interacción judicial internacional, mientras prosigue el proceso de depuración y sanción a los involucrados en la tentativa de instaurar un régimen por fuera de la legalidad.
