La Comisión Europea podría dar luz verde a una profunda transformación en el transporte ferroviario, con la aprobación del ambicioso plan del tren de alta velocidad europeo. Por lo menos, así lo espera la Comunidad de Empresas Ferroviarias y de Infraestructuras Europeas (CER), que está detrás del proyecto.
Su objetivo es conectar varias de las grandes ciudades del continente a través de las vías que permiten en transporte más rápido. La hoja de ruta prevé la creación de una red de trenes de alta velocidad que conectará las principales capitales y ciudades europeas a lo largo de más de 49.400 kilómetros, con servicios que alcanzarán velocidades entre 250 y 350 kilómetros por hora.
Este proyecto convertirá los trayectos continentales en viajes rápidos y limpios, situando al tren en el centro del futuro de la movilidad en Europa. Si cumple con lo ambicionado, permitiría viajes más rápidos y menos laboriosos que en avión. España sería de los países beneficiados con algunas de sus ciudades conectadas.
Un tren para unir el continente
El plan anunciado contempla una red capaz de unir Madrid, Londres, Kiev, Atenas, Estambul, París, Milán, Berlín y otras grandes urbes mediante trenes de última generación, configurando una infraestructura que transformaría la movilidad europea. Alberto Mazzola, director ejecutivo de CER, ha concedido una entrevista a Euronews donde ha explicado en detalle el objetivo del proyecto y los beneficios que conllevaría para los ciudadanos y las economías locales involucradas.
El dirigente ha subrayado que el propósito principal es que “todas las capitales de Europa estén conectadas por trenes de alta velocidad”. Según lo que cuenta en la entrevista, la Comisión Europea pretende presentar oficialmente este Plan Maestro de Conexiones el 21 de octubre y, una vez aprobado, podría empezar a implementarse en los próximos meses, abriendo nuevas oportunidades para el transporte ecológico y eficiente en el continente.
Ferrocarril como solución ecológica
Los expertos reunidos en la Conferencia ITC2025 en Atenas han destacado el potencial del ferrocarril para reducir las emisiones de carbono en el sector del transporte. Los trenes de alta velocidad pueden emitir hasta un 90% menos de CO2 por trayecto en comparación con la aviación.
A pesar de la posición ventajosa del tren desde el punto de vista medioambiental, todavía queda camino por recorrer. Hoy, el ferrocarril no es la primera opción para los desplazamientos cortos o medias distancias dentro de Europa, aunque el continente la aviación representa una parte importante del sector de transporte europeo.
Francia ya ha prohibido los vuelos nacionales para recorridos que puedan realizarse en tren en menos de dos horas y media, siempre que exista oferta ferroviaria equivalente. El Plan Starline, desarrollado por el grupo ‘21st Europe’, plantea una Red Transeuropea de Transporte con trenes a 400 kilómetros por hora conectando hasta 39 ciudades mediante líneas de alta velocidad.
Bajo este modelo, sería posible viajar de Madrid a Berlín, pasando por París y Roma, o enlazar Estambul con Budapest y Viena, logrando una red a escala continental. La aspiración es avanzar hacia una movilidad rápida y con menos emisiones, contribuyendo de forma decisiva a los objetivos de neutralidad climática fijados para 2050 para toda la Unión Europea.