Ozzy Osbourne se despidió del mundo a lo grande: la leyenda del metal murió el pasado 22 de julio, apenas dos semanas después del festival en el que decidió decirle adiós a los escenarios. Tenía Parkinson, estaba agotado y ya no podía caminar. Ahora es el turno de la familia de determinar cómo será su funeral: según trascendió, el icónico líder de Black Sabbath será honrado en una pequeña reunión donde “celebrarán su vida”.
Sin fecha confirmada, el funeral de Osbourne será un evento “acorde con el espíritu contagioso de la estrella”, le aseguró una fuente cercana al músico a la revista People. “La familia está muy agradecida por el tiempo que pasaron juntos antes de que Ozzy falleciera. Están planeando un funeral pequeño y privado que será una celebración de su vida. Ozzy nunca querría un festival de depresión”, explicó, y agregó que tanto Sharon, su esposa, como sus hijos -Aimee, Jack y Kelly- están “conmovidos por todo el amor y el apoyo que llega de todo el mundo”.
Una noticia que sorprendió al mundo
Si bien se sabía que Osbourne tenía problemas de salud y que sufría de la enfermedad de Parkinson -había anunciado la triste noticia en 2020- su partida fue una sorpresa para sus fanáticos: dos semanas antes había protagonizado un potente show en el cierre del festival que se realizó en su honor. El padrino del heavy metal apareció en escena desde una plataforma levadiza, sentado en un trono y cantó primero con su banda y luego con sus socios de Sabbath, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward.
“No tienen idea de cómo me siento”, dijo desde el escenario. “Gracias desde el fondo de mi corazón”, sumó. Un rato después habló de su vuelta a casa. “Nos ha llevado 57 años llegar a la Villa, y lo hemos logrado. De vuelta al principio”, dijo cuando posó para la foto con buena parte de los invitados al concierto. El espectáculo, que se celebró en Inglaterra, en su Birmingham natal, fue un emotivo regreso a las bases para la estrella, a quien el mundo conoció como el Príncipe de las tinieblas.
El duelo de Sharon Osbourne
Ozzy y Sharon Osbourne fueron una de las parejas más intensas, caóticas y duraderas del mundo de la música. Ella incluso lo sostuvo en sus momentos más difíciles. Hoy, rodeada de su familia, atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. “Está desconsolada pero muy orgullosa de la vida y la familia que construyeron juntos”, explicó una persona cercana a la representante de artistas a People. “Todo el mundo la acompaña. Ella fue la roca de esta familia durante décadas, y ahora le toca a ella ser contenida”, completó.
Según el círculo íntimo de la familia, sus hijos se turnan para que ella no esté sola y durante estos días de duelo pasan el tiempo “compartiendo historias, riendo en medio de las lágrimas o simplemente estando juntos”. “Hay mucho dolor, pero también mucho consuelo por el tiempo en familia que pudieron disfrutar hasta el final”.
Sharon Osbourne, una “obradora de milagros”
Antes de la partida de Ozzy, cuando preparaban su último gran show, Sharon Osbourne libró una dura batalla con las compañías de seguros para que su marido pudiera subir al escenario por última vez en Villa Park en Birmingham.
“Es desgarrador pensar en el estrés que sufrieron Ozzy y Sharon en esas últimas semanas. Ozzy se había esforzado al máximo para llegar a un punto donde al menos pudiera ponerse de pie y saludar a los fans. Pero en espectáculos de esa magnitud, si los artistas no cumplen con la responsabilidad de riesgo de las aseguradoras, el espectáculo no se lleva a cabo”, explicó una fuente al periódico Sunday Mirror.
“Con el Parkinson y sus problemas para caminar, ningún agente de seguros aceptaría que Oz se mantuviera en pie. Así que, para superarlo y evitar una prima de seguro enorme por el espectáculo benéfico, llegaron a un acuerdo para que permaneciera a salvo en su trono. Fue un acuerdo brillante. Esto realmente refleja el empuje y la concentración de Sharon para lograrlo, debido a los problemas de responsabilidad. Era una obradora de milagros”, completó la fuente.