“Cancionera, no dejes de sorprenderme (…)Cancionera, canta siempre tu verdad”, se recuerda Natalia Lafourcade a sí misma en una poética declaración de intenciones, desdoblada en un alter ego que encapsula su faceta de intérprete: la cancionera, que le viene a recordar que no se mortifique si se le apagan las luces o si las delicias de la fama traicionan su amor, porque la flor que representa su autenticidad y su verdad siempre estará ahí para recibirla y darle belleza.
Si hace 23 años atrás se preguntaba “A ver, a ver ¿Qué pasa en el siguiente día?” cuando lanzó “En el 2000”, uno de sus primeros hits, la llegada de sus cuarenta años hizo que la cantautora se pregunte “¿Y ahora qué sigue? ¿Para dónde va la siguiente década y la probable mitad de mi vida?”. Fue ahí precisamente cuando se manifestó la idea de Cancionera, que comenzó como el deseo de una gira íntima de conciertos a guitarra y voz y se transformó en canción, manifiesto y la semilla de su décimo álbum de estudio, lanzado en abril de este año. Un relato musical, visual y emocional grabado en cinta analógica a lo largo de tres semanas, junto a 18 músicos y bajo la coproducción de Adán Jodorowsky, quien trabajó con ella en su material anterior, De todas las flores.
Junto a artistas como los Hermanos Gutiérrez, Israel Fernández, Diego del Morao, El David Aguilar, y el diseño sonoro a cargo de Soundwalk Collective, este álbum de máxima intimidad tomó también forma de creación colectiva, navegando entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre el bolero, el son jarocho, ecos tropicales y guiños al flamenco, donde Natalia invoca a una trovadora que canta para sanar y agradecer, y que honra la canción como acto de fe y conversación con la vida.
“Creo que siempre cada inicio de década, cada cierre y apertura de ciclo generan mucha reflexión y mucho recapitular y revisitar la memoria y también el por qué y el para qué de cosas en la vida de uno, a nivel profesional y personal. Sabía que quería poder crear una pieza musical que representara ese momento y me encontré con ‘Cancionera’, que es un himno a la vida, a mi camino y al camino de cancioneros y cancioneras que me han inspirado. Fue una canción que me permitió darme cuenta de que mi quehacer y mi servicio para el mundo es algo que amo y disfruto enormemente y es la canción. De ahí nace la intención de celebrarla y encontrar en ella ese valor, esos mensajes, esa compañera”, relata en conversación con LA NACION la artista latinoamericana femenina con más Latin Grammys de la historia. En la edición 2025 de los premios, el material obtuvo ocho nominaciones en varias categorías, incluyendo Álbum y Grabación del Año, de las cuales resultó ganador en las de Mejor Álbum y Canción Cantautor e Ingeniería de Grabación. A su vez, también competirá en los Grammy 2026, consolidándose como una de las voces más trascendentes de la música latinoamericana contemporánea.
Buenos Aires en el mapa
Para cumplir el cometido inicial que fue el punto de partida, la cantautora empezó este año el “Cancionera Tour”, que comenzó con localidades agotadas en México, pasó por Europa y contará con un recorrido por los Estados Unidos, Canadá y varios países de Sudamérica el año próximo. Antes de su parada en Buenos Aires el 29 de mayo de 2026 en el Gran Rex, habla sobre el desarrollo de su nuevo trabajo, que marca una nueva etapa en su vida y en su arte, donde la búsqueda interior, la libertad creativa y la celebración de la canción se entrelazan con su experiencia personal y su presente de transformación.
– ¿Cómo fue el proceso de crear el espíritu de Cancionera?
-Empezó a tejerse un disco con canciones que hablan del amor, el desamor, los encuentros, los desencuentros, que se vuelven maestras, que confrontan, que hablan de verdad, que me hablan a mí. Poco a poco comenzó a surgir el alterego de este disco, el personaje de la cancionera, donde encuentro una dualidad muy interesante entre la cancionera de traje negro y la de vestido rojo, que encuentra la flor en ese jardín interior, esa flor que representa la autenticidad y la verdad de uno mismo, la belleza del camino y la transformación. El cómo constantemente vivimos ciclos de transformación, de muerte y de renacimiento en nuestras personas, en nuestras historias y nuestras relaciones. Eso me permitió empezar a elaborar un mundo paralelo quizás hasta surrealista a lo que es Natalia Lafourcade y emprender un viaje de mucha exploración y juego con cada uno de los colaboradores de este disco que comencé a invitar. Generar un mundo paralelo al mío, que es la historia de la cancionera. Ahí yo me encontré con que hay un personaje que tiene mucho de mí, mucho de lo que probablemente yo no he mostrado de mí y mucho que no es de mí, es un personaje con una historia, con un pasado, con un por qué de cómo es y cómo se comporta. Creo que Cancionera me trajo el mensaje de jugar, de no olvidar que en mi camino debe haber juego, mucho amor, mucha libertad creativa y esta conexión de corazón, de alma y de autenticidad que se tiene en la infancia libre.
-¿En qué lugar sentís que se encuentra la figura del cancionero y de la cancionera hoy, en un contexto en el que lideran los algoritmos y el valor se suelen medir en cantidad de reproducciones?
-Creo que cada cancionero y cancionera se reinventan a su manera y que cada quien defiende su causa. En lo personal, la cancionera me invita a revisitar constantemente mi verdad como creadora. Aunque yo me ponga y me quite una máscara y un disfraz, ella me dice: ‘En realidad, aquí nadie tiene por qué juzgar ese jugar contigo mismo y con tu mundo creativo’. Más bien creo que existe una valentía enorme en que uno pueda renovarse y aventarse constantemente al vacío, donde no sabes dónde vas a caer, pero sabes que algo te va a recibir y que habrá una experiencia que te enseñe cosas. Nunca fui una artista de moda ni de tendencia, realmente creo que siempre busqué mi propio ritmo en las cosas que he hecho. Quizás a veces hasta un ritmo lento a mi parecer, pero contundente y a paso firme, de confiar en las ideas que van apareciendo y tener esa perseverancia que logra materializarlas, sin una intención ni de encajar en una era ni en una moda, y no es que esté mal querer encajar tampoco. Creo que las músicas de tendencia y las que marcan una moda también tienen un valor enorme porque forman parte de una historia que se queda ahí en un momento y eso muchas veces se convierte en referencias que acompañan en la creación de nuevos universos. Entonces, en realidad se vale de todo en el mundo de la creatividad.
-¿Cuáles fueron esos cancioneros y cancioneras que aparecieron en el proceso?
–En el disco hay dos canciones que son covers, una de Lorenzo Barcelata, que es como un equivalente a un Agustín Lara: música muy de antes, del pasado, con composiciones espectaculares. Encontramos “El Coconito” y quisimos coverearla. También hay un tema tradicional mexicano que se llama ‘La bruja’ del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, que se volvió muy famosa en el mundo del son jarocho. Siempre me gustó mucho y creo que el personaje de cancionera tiene mucho esta conexión con ese ‘duende’ o esa energía, esa misma que tenían las grandes musas, intérpretes y compositoras de la canción como Chavela Vargas, Mercedes Sosa, Violeta Parra, o inclusive Billie Holiday, Edith Piaf. Cancioneras de antes y de ahora. También colegas que admiro mucho. Nosotras evocamos esa fuerza, ese algo que se empodera de nuestra energía para poder cantar, compartir e inspirarnos. Una parte de este disco era poder homenajear el arquetipo del cancionero o de la cancionera, entonces a ‘La bruja’ para mí era muy importante darle una resignificación hacia la canción y hacia ese algo que te agarra en el spot, en donde pega la luz de la escena. Así sea un escenario enorme, un cantobar o en la calle, porque también este disco le rinde homenaje a las cancioneras y cancioneros callejeros, aquellos a los que muchas veces nadie escucha, pero que están ahí. En México tenemos muchos personajes increíbles en la calle y a veces me asombra que las personas no se detengan a observarlos de alguna manera.
Un concierto, una revelación
Con la gira ya planificada e iniciada llegó una noticia que resignificó todo: la sorpresa de su primer embarazo. “Sé mujer, sé la bella musa, sé la estrella de una vida que al ver tus pasos se ilumina encendiendo un corazón”. La artista revela que fue en un concierto en España, casi al final del tour europeo que se emocionó al darse cuenta de que aquella frase de la canción que da nombre al disco evoca la maternidad sin que ella lo haya pensado de manera consciente, como si lo hubiera pronosticado de alguna forma.
-Estás en un momento especial, en la recta final de tu embarazo, ¿Cómo lo viviste en medio de una gira planificada y con qué expectativas vivís este próximo capítulo de tu vida?
-Lo he vivido principalmente con mucha humildad, paciencia y calma porque cuando nos enteramos de que venía el bebé, yo ya me iba de gira y fue una sorpresa hermosísima. Tuve que llevarlo con mucha suavidad porque no sabía cómo se iba a presentar el proceso del embarazo a través de mi tour por diferentes lugares de México, los Estados Unidos y Europa. Tuvimos que alterar la gira, cambiar algunas fechas para el próximo año y cruzar los dedos de que podríamos realizar el mayor número de conciertos posibles dentro de lo que ya habíamos planificado. Ya una vez arreglando los temas logísticos vivir la experiencia de dar absolutamente todos esos shows con el proceso de gestación ha sido una experiencia maravillosa, super empoderadora y de mucho amor sobre todo. Y de sentir cosas que nunca en mi vida sentí, obviamente, y que nunca imaginé que se sentirían de esta manera. Ahora dándome la oportunidad de cerrar un ciclo no solo de una parte de la gira, sino un ciclo de vida. No volverá a ser igual a partir del próximo año que vuelvo a los escenarios. El atravesar esta experiencia a todas las mujeres nos transforma de maneras inesperadas e increíbles y me siento agradecida con la vida de esta gran oportunidad de evolución. Yo pensé que no me iba a tocar y ha sido hermosísimo poder vivirlo.

-Este año se cumplieron diez años de “Hasta la Raíz”, uno de los mayores himnos de tu carrera. ¿Cómo sentís, en retrospectiva, el hecho de haber compuesto una canción que conecta con tantas personas, que atraviesa el tiempo y que se volvió, de alguna forma, universal?
-Yo nunca hubiera imaginado todo lo que ha ocurrido con “Hasta la raíz”. Nunca hubiera pensado en las cosas que pasarían y cuántas vidas acompañaría esta canción. Se me hace hermoso, mágico y también ha sido una gran maestra para mí, así como supongo que para otras personas también. La veo como una canción que es como esas cosas que ya no te pertenecen, que ya no puedo decir que es mía. Ha trascendido y se ha convertido en un canto colectivo. Siempre me recuerda lo que yo quería que me recordara cuando la escribí y también su significado ha tomado diferentes formas, dependiendo de cada momento, dónde estoy, cómo me siento. Y veo que eso pasa con las personas también. Eso me hace desear seguir buscando la canción. Nunca hago una pensando en reemplazar otra, siento que ‘Hasta la raíz’ nunca va a pasar de su tiempo y no todas las canciones tienen esa particularidad de ser así, para siempre, para todo momento. Pero también me ha enseñado que yo no controlo ese tipo de cosas con la música. Yo no puedo hacer una canción pensando en que va a ser un hit para siempre, jamás podría yo plantar ese desde dónde para hacer una canción y eso me lo enseñó ‘Hasta la raíz’.
-¿Qué te ha dejado hasta ahora la primera parte del “Cancionera Tour” y que esperas para la del próximo año, que te trae de nuevo a Latinoamérica?
-Por supuesto el cariño de la gente que me encanta recibir, el cariño de tantas personas lindas y toda la complicidad que se ha construido con el paso del tiempo. Una intimidad muy profunda y muy bonita que se da en esta gira y en estos conciertos que se han diseñado en el teatro de la canción, que también ha sido toda una nueva sala de exploración creativa para mí y me hace muy feliz poderla compartir con tantas personas. Y yo también quiero ver cómo va a ser. Por lo general, en las giras que me había tocado vivir no había tenido tanto tiempo de reposo entre una parte y la otra. Ahora me toca volver en otra etapa de mi camino que ni conozco ni sé cómo va a ser, pero que seguramente va a ser hermosa porque todo se ha dado de una manera super bonita. Eso me da mucha paz y tranquilidad de que va a venir algo muy especial, potente y distinto también dentro de esta misma transformación.
