
La reciente visita de Daniel Gómez Rinaldi a El Ohel, la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson en Nueva York, representó un momento de introspección espiritual para el periodista argentino. Impulsado por la insistencia de su amiga Florencia, residente en Miami y ferviente creyente en la figura del “Rebe”, Rinaldi decidió acercarse a este sitio de referencia mundial, conocido por congregar a miles de personas en busca de guía y paz interior. La experiencia, según relató, “es increíble”, y estuvo marcada por los rituales tradicionales del lugar: escribir una carta con pedidos personales, solicitar una Torá en español, leer el salmo 125 y otro recomendado por los anfitriones, y encender una vela, todo en un ambiente de recogimiento y respeto.
El itinerario comenzó tras una conversación con su amiga Florencia, quien compartió su propia historia de superación vinculada a la fe en el “Rebe”. Su entusiasmo llevó a Rinaldi a aceptar la invitación y prepararse especialmente para la visita. El lunes por la mañana, según contó en un posteo en Instagram, el periodista se dirigió al cementerio de Montefiore, cerca de la estación Jamaica Station, donde se encuentra El Ohel. Al llegar, fue recibido por jóvenes que le indicaron el protocolo: colocarse el kipá como símbolo de humildad y respeto. Tras completar el ritual, Rinaldi realizó una donación, siguiendo la costumbre de quienes visitan el lugar en busca de conexión espiritual.

El Ohel es mucho más que un mausoleo. Se trata de la tumba de Menachem Mendel Schneerson, conocido como el “Rebe de Lubavitch”, una de las figuras más influyentes del judaísmo en el siglo XX. Schneerson, nacido en 1902 en la ciudad ucraniana de Nikolaiev y fallecido en 1994, lideró la dinastía Jabad Lubavitch y fue clave en la revitalización del judaísmo tras el Holocausto. Bajo su guía, el movimiento Jabad se expandió a través de más de 4.500 centros educativos y sociales en todo el mundo, promoviendo la conciencia espiritual y la educación. El día de su nacimiento se conmemora como el Día Nacional de la Educación en Estados Unidos, y sus enseñanzas han dejado huella en la vida de millones de personas. El término “Ohel”, que significa “carpa”, alude a la estructura construida sobre la tumba de un tzadík, una persona justa y piadosa, y el lugar se ha convertido en un punto de peregrinación para quienes buscan inspiración y orientación.

La relevancia de El Ohel trasciende la experiencia individual de Gómez Rinaldi y se proyecta en la esfera pública argentina. Este mismo lugar fue elegido por el presidente Javier Milei en su primer viaje a Nueva York tras asumir el cargo, siguiendo una tradición de líderes mundiales que acuden allí en busca de inspiración y fortaleza. La tumba del “Rebe de Lubavitch” se ha consolidado como un punto de referencia para figuras políticas y religiosas, que encuentran en su legado una fuente de guía en momentos decisivos. La visita de Milei, en medio de la conformación de su gabinete y las negociaciones políticas, subraya la relevancia simbólica e institucional de El Ohel en la agenda internacional.

El violento asalto que sufrió
A mediados de este año, Rinaldi fue víctima de un violento asalto en la vía pública, cuando se dirigía a su trabajo en Radio Rivadavia. Mientras subía al colectivo 39 en la intersección de Santa Fe y Talcahuano, un ladrón le arrebató el teléfono móvil. El periodista decidió perseguir al asaltante, quien se refugió en un contenedor de basura. Al enfrentarlo y exigirle la devolución del celular, el delincuente lo atacó con un cuchillo, provocándole dos heridas en la pierna. “Cuando estoy subiendo el primer escalón, siento que alguien me arranca el teléfono de la mano y sale corriendo por Talcahuano. Yo decido correr atrás de él y gritarle que me lo devuelva”, relató Rinaldi sobre el episodio. Tras el ataque, la policía logró recuperar el teléfono y el periodista recibió atención médica, aunque las secuelas físicas y emocionales persistieron durante un tiempo.
Para Rinaldi, la jornada en El Ohel representó una vivencia espiritual significativa, marcada por el agradecimiento a quienes lo impulsaron a realizarla y por el impacto que tuvo en su camino personal, en un año atravesado por desafíos y momentos de vulnerabilidad.
