Fue el distrito donde el presidente Javier Milei y La Libertad Avanza eligieron para lanzar la campaña electoral. En el corazón peronista y kirchnerista del conurbano bonaerense, La Matanza, la elección comenzó con demoras en abrir las mesas por faltas de autoridades, mucha tranquilidad, sin inconvenientes y “poco clima”.
“Ojalá sea una votación donde haya mucha participación, situación que no ocurrió en elecciones anteriores”, dijo a LA NACION Alan Pozo, un profesor de Química de 30 años, mientras hacía la fila para votar en la Escuela de Enseñanza Primaria N° 132 Tierra del Fuego, en Isidro Casanova, situada a menos de 300 metros del Puerta de Hierro, una zona caliente del narcomenudeo.
En la misma escuela votó, junto con sus hermanos, Micaela Pintar, una contadora pública de 31 años. “No voto con demasiadas expectativas, pero creo que es una oportunidad que no podemos desaprovechar. Es nuestra oportunidad y derecho como ciudadanos para tratar de que la Argentina salga adelante”, sostuvo la joven.
La jornada electoral, como en otras zonas del conurbano, había empezado con muchas demoras en la apertura de las mesas por la falta de autoridades.
En el Jardín de Infantes N° 923 Mariano Moreno, en Villa Celina, no se abrieron las mesas hasta las 10. A las 8 solo había llegado un solo presidente de mesa. Sin autoridades, tuvieron que designar a los primeros votantes como presidentes de mesa.
Una situación similar ocurrió en la Escuela Técnica N°9 Ara General Manuel Belgrano, donde faltaron las autoridades de las tres mesas donde deben votar 1050 personas. A las 10.30 solo habían votado 50 ciudadanos.
“Los primeros votantes que llegaron fueron designados presidentes de mesa. Una señora dijo ‘vine a las 9 a propósito, pensando que estaba abierta y ahora me tengo que quedar todo el día’”, dijo a LA NACION Marilina Goicochea, delegada electoral.
Al mediodía, en algunas escuelas el movimiento de votantes comenzaba a ser mayor.