El cierre de listas de la semana pasada dejó definido el mapa de nombres que competirán el 7 de septiembre próximo para la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. La cita será clave para definir el nuevo equilibrio político en la Cámara y marca la presencia de candidatos con vínculo con el campo. Llevar sus demandas a ese ámbito es un reclamo que se repite desde hace años, en un contexto donde siempre se destaca la baja representación que tiene el agro.
En esta oportunidad figuran en las nóminas dirigentes y productores de distintas secciones electorales y espacios partidarios. Entre ellos se encuentran Andrea Passerini, licenciada en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, productora lechera y dirigente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap); Pedro Vigneau, economista agrario y expresidente de Aapresid y Maizar; Ariel Bianchi, ingeniero agrónomo y productor autoconvocado de la zona de San Nicolás; Guillermo MacLoughlin, contador especialista en temas agropecuarios y dirigente de la Sociedad Rural y Carbap, y Alejandro Speroni, abogado y productor de Tapalqué.
También se sumaron Guillermo Ecke, productor de Guaminí; Lucas Giannassi, productor de Lincoln, y Andrés De Leo, ganadero de Bahía Blanca, entre otros, según dijeron a este medio desde el sector.
Más allá de las diferencias partidarias, todos comparten un punto de partida: la experiencia en la producción agropecuaria. LA NACION dialogó con algunos de ellos, que explicaron por qué decidieron dar el paso hacia la política y cuáles serán sus prioridades.
Passerini, candidata a senadora provincial por la cuarta sección electoral dentro del espacio Potencia, aseguró que su decisión nació de una sensación de vacío político. “Encontré el espacio, si no, no lo hubiera sido [candidata]. Con todos estos movimientos hubo un reacomodamiento político que dejó a mucha gente sin representación. Me di cuenta de que era parte de esa orfandad”, señaló.
La productora contó que el punto de inflexión llegó en enero pasado, cuando recibió en su tambo a la dirigente María Eugenia Talerico. “Tomamos mate y todavía ni sabíamos que Potencia se iba a llamar Potencia. Ahí dije: ‘Acá hay algo diferente’. Compartimos valores y ética: republicanismo, transparencia, federalismo, interior productivo y los principios de la Constitución”, recordó.
Aunque reconoció que su “zona de confort” es el sector productivo, Passerini planteó que su desafío será hablarle también a quienes no la conocen y viven en las ciudades de su sección. “Las cuestiones del campo son las del territorio entero. Hay un puente natural entre campo y ciudad, aunque los caminos estén destruidos”, advirtió.
Entre sus ejes, mencionó la necesidad de reformar el sistema tributario provincial y municipal, eliminar regulaciones que traban la producción y dotar de presupuesto a la provincia. “Es paradójico que, mientras se plantean como opuestos, tanto a nivel nacional como provincial, no se apruebe la herramienta básica de gobierno: el presupuesto”, subrayó.
Licenciada en Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Passerini trabajó en el Ministerio de Economía antes de dedicarse de lleno a la producción de leche en el sur de Carlos Casares. Desde 2005 está al frente del tambo familiar. Además de Passerini, como candidatos a legisladores por Potencia están Vigneau y Bianchi.
Guillermo MacLoughlin, candidato a diputado provincial por la segunda sección electoral, llega desde el Partido Demócrata, en alianza con el Partido Libertario. Es productor agropecuario en Suipacha y contador especializado en temas rurales, fue dirigente de la Sociedad Rural y de Carbap, además de autor de la plataforma electoral agropecuaria nacional y bonaerense de La Libertad Avanza en 2023.
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La política lo acompaña desde la juventud: fue presidente de la Juventud Nacional de las Fuerzas Federalistas Populares en 1982 y secretario general del Partido Demócrata a nivel nacional. “Creo que estoy en un momento de mi vida en el que tengo que darle algo a la sociedad. Vengo de las fuerzas conservadoras y liberales, de las ideas fundacionales del país. Eso es lo que reivindica a Milei. Él lo que hizo fue popularizarlas”, dijo.
En cuanto a sus prioridades, MacLoughlin planteó: “Levantar las regulaciones de la economía y liberar la fuerza de la producción. No solo eliminar restricciones o derechos de exportación, sino también frenar el ahogo de ingresos brutos a nivel provincial y las altas tasas municipales”.
Andrés De Leo, productor ganadero de Bahía Blanca y actual candidato a diputado provincial por la sexta sección electoral con Somos Buenos Aires, aclaró que su vínculo con el campo no es algo reciente ni accidental. “No soy productor agropecuario devenido en la política, sino alguien que está en la política y que es productor agropecuario”, explicó.
Contador público de profesión, primero trabajó como asesor y más tarde comenzó su propia actividad productiva. Creció en Indio Rico, un pequeño pueblo rural. Desde chico iba al campo de unos amigos, un lugar que hoy se convirtió en una cabaña premiada en la Exposición Rural de Palermo. “El amor por el campo viene de ahí”, indicó.
Su carrera política comenzó en el radicalismo y estuvo marcada por la influencia familiar: su madre fue concejala en Coronel Pringles y, según recordó, la primera mujer en ocupar ese cargo en el distrito. De Leo fue concejal en Bahía Blanca entre 2005 y 2009 y, tras una división interna del radicalismo, se sumó a la Coalición Cívica. Con ese espacio fue senador provincial durante dos mandatos, desde 2015 hasta 2023.
Con un conocimiento profundo de la sexta sección electoral —a la que describe como “del tamaño de varias provincias, con zonas agrícolas en el norte y áreas más áridas al sur”— propuso una agenda con tres ejes: infraestructura, conectividad y desarrollo productivo. “Tenemos que trabajar muchísimo en rutas que están muy mal, en la logística de salida de los productos al puerto de Bahía Blanca y en unificar la tasa de red vial que cobran la mayoría de los municipios. También es clave mejorar los caminos rurales”, detalló.
Para De Leo, uno de los desafíos centrales es mejorar los servicios que permitan sostener y recuperar empleo en las zonas rurales. “Hace falta recuperar el trabajo rural de calidad, y para eso necesitamos conectividad, no solo física, sino también digital. Hoy es muy difícil encontrar mano de obra en muchas zonas porque no hay señal de telefonía ni acceso a internet”, advirtió.