ROSARIO.– En la elección de este domingo en Rosario, donde se renovarán 13 de las 28 bancas del Concejo Municipal, se plantea, en la previa, según coinciden varias encuestas, como un duelo entre el peronismo y La Libertad Avanza, que amenaza polarizar un comicio, en el que el oficialismo, encarnado en Unidos para Cambiar Santa Fe, quedó un poco rezagado. Algunos analistas señalan que la nacionalización de la campaña, tras la repercusión del fallo contra Cristina Kirchner, favoreció a los libertarios.
Aunque no estaba previsto en los planes de ninguno de los candidatos, la elección en Rosario se nacionalizó después del impacto político que generó la detención domiciliaria de la expresidenta. La estrategia de La Libertad Avanza fue pegar aún más al candidato Juan Pedro Aleart a la figura del presidente Javier Milei, algo que se hizo palpable en la cartelería en la calle, en la que se lo ve al periodista al lado del Jefe de Estado, con la leyenda “Aleart es Milei”.
Esa estrategia de nacionalizar la campaña no le convenía al oficialismo, que apuntaba al otro extremo, a que la actividad proselitista quedara encerrada en los intereses de la ciudad, con una candidata, como es Carolina Labayru, que es funcionaria de la actual administración que encabeza Pablo Javkin. Lo intentaron compensar con una mayor participación del gobernador Maximiliano Pullaro, que es uno de los políticos con mejor imagen en la provincia. El mandatario provincial cerró la campaña con Labayru.
Al que se le hizo más complejo fue al candidato peronista, algo que parece una paradoja, porque la exaltación de la figura de Cristina movilizó al peronismo, como nunca antes desde la llegada de Milei. Pero como Monteverde no proviene del kirchnerismo y su plan de campaña apuntaba en parte a absorber el votante que está descontento con la gestión de Javkin que quedó en una posición incómoda.
Martín Ostolaza, titular de la consultora Innova Martín Ostolaza, reconoció que “el fallo contra Cristina Fernández alteró de alguna manera la campaña electoral, porque los libertarios buscaron nacionalizar la elección y pegar a Aleart a la figura de Milei y usar en esa estrategia todo el aparato de redes que funciona a pleno en una previa a una elección”.
Los libertarios, que llevan como candidato al experiodista Juan Pedro Aleart como principal referente, consideran que si logran un triunfo en este turno electoral tendrán serias chances de quedarse con la intendencia, que hoy está en manos de Pablo Javkin, de Unidos, que lleva su segundo mandato. La irrupción de La Libertad Avanza con un candidato fuerte, como Aleart, que ya contaba con un alto nivel de conocimiento, por haber estado varios años al frente del principal noticiero del mediodía, alteró la composición del voto no peronista y sobre todo al oficialismo, que lleva como candidata a la secretaria de Cercanía, Carolina Labayru, que hace su debut electoral.
Del otro lado, Juan Monteverde, que proviene de Ciudad Futura, una fuerza de centroizquierda que surgió hace casi dos décadas desde la militancia universitaria, logró acordar con sectores del peronismo más tradicional, y a último momento salió a buscar más respaldo entre fuerzas más pequeñas, como el apoyo del exsecretario de Salud Leonardo Caruana, del Frente Amplio por la Soberanía, al verse en una paridad con La Libertad Avanza, como marcan las encuestas.
Hay otros dos candidatos del peronismo, que irán por fuera de este esquema de alianzas, como el exconcejal Roberto Sukerman y el periodista Lisandro Cavatorta, algo que le puede restar unos puntos al peronismo, que podrían ser claves en un escenario de palo y palo con los libertarios.
Una victoria de Monteverde en un distrito clave como Rosario, donde en la última elección a intendente estuvo cerca, pondría al peronismo en otra posición en la provincia de Santa Fe, donde las últimas perfomances electorales fueron pobres. En la elección a convencionales constituyentes, el PJ quedó en segundo lugar con el 15 por ciento de los votos, y obtuvo la mitad que la lista que encabezaba el gobernador Maximiliano Pullaro. Algunos se esperanzan dentro del peronismo que la victoria en Rosario encolumne a todo el espacio en una unidad que viene complicada para que se selle entre sectores, donde no descolla ningún liderazgo. La alianza que selló Monteverde con el senador Armando Traferri, imputado como jefe de una asociación ilícita en la fiscalía de Rosario, le valió cuestionamientos internos de sectores más progresistas. El peronismo no logró ganar nunca la intendencia desde 1983, en una ciudad donde el socialismo a partir de los 90 logró convertirse en un espacio de peso, que se fortaleció tras la conformación del Frente Progresista, donde confluyeron radicales y democraprogresistas.
Hoy ese espacio no peronista es más amplio aún, en la figura de Unidos para Cambiar Santa Fe, donde tributa Pro, pero la gestión de Javkin enfrentó dificultades en un periodo de caída de la recaudación, escasez de fondos y demanda de obra pública, en momentos en que la Nacion
En la gestión de Pablo Javkin son conscientes de que corren detrás en este combate electoral, pero consideran que las elecciones de medio de mandato no son determinantes cuando se elige intendente. Creen que tienen tiempo para dar vuelta al desventaja que poseen hoy, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchas obras en marcha, en el marco del 300 aniversario de la ciudad de Rosario.
La aparición de La Libertad Avanza con sello propio en Rosario y con un outsider como candidato a concejal generó complicaciones de cara al futuro al frente Unidos. Esto ya se vio en la PASO en la que la coalición del oficialismo quedó tercera. Esa división del “no peronismo” fortaleció a Monteverde, pero el crecimiento de los libertarios puso al escenario electoral en una fina paridad.
La aparición de Aleart dotó a los libertarios de un atributo que escasea, que es un referente con alto conocimiento público. Hasta ahora los emprendimientos libertarios lo habían protagonizado en la ciudad dirigentes jóvenes que no tenían ese plafón electoral, que con el sistema de boleta única es clave.
Otra incertidumbre que rodea a esta elección es si se repetirá la baja asistencia de los votantes, como ocurrió en la PASO, cuando votó el 54 por ciento del electorado. El titular de la consultora Innova Martín Ostolaza consideró que “es probable que sea mayor la asistencia de votantes en este turno electoral, pero el analista sostuvo que la tendencia que se viene dando en distintos lugares del país es de una baja participación”.