En 1998, durante el rodaje de Colores primarios, Emma Thompson recibió una inesperada llamada en su camerino que todavía recuerda hoy. “Era Donald Trump”, contó la actriz el pasado 9 de agosto, durante una charla en el festival de cine de Locarno, en Suiza, donde ha sido premiada por su trayectoria. “Dijo: ‘Hola, soy Donald Trump’. Pensé que era una broma y le pregunté: ‘¿En qué puedo ayudarte?’. Entonces me dijo: ‘Me encantaría que vinieras a alojarte en uno de mis hermosos alojamientos. Quizás podríamos cenar’. Le dije: ‘Qué amable. Muchas gracias. Te llamaré”, reveló la actriz entre risas.
En ese momento, Trump, un magnate de éxito y figura televisiva, acababa de separarse de su segunda mujer, la actriz Marla Maples, con quien estuvo casado seis años y con quien tuvo a su hija Tiffany. Thompson, por su parte, acababa de finalizar su divorcio del director y guionista Kenneth Branagh, de quien había anunciado su separación tres años antes. Sospechosamente, fue ese mismo día de la llamada cuando el divorcio se hizo efectivo. “Me di cuenta de que mi sentencia de divorcio había llegado ese día. Apuesto a que tenía gente buscando a una buena divorciada para llevarla del brazo y encontró el número de mi trailer”, bromeó la intérprete de Realmente amor o Nanny McPhee: La nana mágica. “O sea, eso es acoso”, zanjó.
Thompson es partidaria del Partido Laboralista del Reino Unido, como ha demostrado públicamente en varias ocasiones. Apoyó las campañas electorales de Jeremy Corbyn en 2017 y 2019, y también ha mostrado su respaldo tanto a causas ambientales como a campañas a favor de los derechos de las mujeres y los refugiados, con ideas totalmente opuestas a las que acompañan los discursos de Donald Trump. Así que, durante el evento, la actriz bromeó con el hecho de haber podido cambiar la geopolítica mundial de haber aceptado esa oferta. “Podría haber tenido una cita con Donald Trump, y entonces tendría una historia que contar. Podría haber cambiado el curso de la historia estadounidense”, dijo al público. Pero no, Thompson y Trump nunca tuvieron esa cita.
La oscarizada actriz está casada con el también actor británico Greg Wise, con quien contrajo matrimonio en 2003, y de quien ha dicho en el pasado que la “salvó” de la depresión en la que había caído tras su divorcio. “No creo que estuviera cuerda. Debería haber buscado ayuda profesional. El divorcio es un asunto doloroso, horrible”, explicó en la emisora británica Radio 4 en 2010. La pareja se conoció durante el rodaje de la adaptación de la novela de Jane Austen Sensatez y sentimiento y, ocho años después, se convirtieron en marido y mujer. “El trabajo me salvó, Greg me salvó. Recompuso las piezas y las volvió a unir”, confesó entonces sobre el padre de sus dos hijos.
Para Trump, el de Maples ya era su segundo divorcio. Antes, estuvo casado con la modelo Ivana Marie Zelníčková, entre 1977 y 1990. Fruto de este matrimonio nacieron Ivanka, Eric y Donald Trump Jr. En 2005, el magnate volvió a contraer matrimonio con la exmodelo Melania Trump, actual primera dama de Estados Unidos, con quien ha tenido a su hijo Barron.