El 11 de julio, Mollie Egold, de 33 años, caminaba por Hussey Road en Albion, en Maine, empujando un cochecito con sus hijos gemelos, cuando un Hyundai blanco la embistió por detrás.
Bradley y Noah, de dos años, murieron atropellados por un presunto conductor en estado de ebriedad en Albion.
Bradley fue declarado muerto en el lugar, mientras que Noah fue trasladado en helicóptero al Centro Médico de Maine en Portland, donde falleció días después a causa de sus heridas. Egold permanece hospitalizada en estado crítico pero estable.
El conductor que atropelló a la madre y a sus hijos, fue arrestado, enfrenta cargos y una fianza
De acuerdo con la información publicada por People, la policía estatal identificó al conductor como Benjamin Lancaster, de 44 años, quien fue arrestado y enfrenta cargos de homicidio involuntario, tres cargos de OUI criminal agravado (conducción bajo la influencia del alcohol causando la muerte y lesiones corporales graves), y tres cargos de abandonar la escena de un accidente con resultado de muerte o lesiones graves.
El lunes, Lancaster compareció ante un juez del condado de Kennebec, quien fijó una fianza en efectivo de $100,000 y le impuso condiciones estrictas: no conducir, no consumir alcohol ni drogas, someterse a pruebas aleatorias y no contactar a la familia de las víctimas. No se ha informado si Lancaster ha presentado una declaración formal ante el tribunal.
Los testigos del accidente señalan que fue un accidente que no debió ocurrir dadas las condiciones de la calle
De acuerdo con la información publicada por el medio People, testigos del accidente, como Rocky Fuller, residente de Albion, relataron que la escena ocurrió a plena luz del día, en un tramo de carretera donde la visibilidad es amplia.
Fuller, quien fue uno de los primeros en llegar, llamó al 911 al ver a Egold y a los niños en el suelo, mientras otros intentaban ayudar. Fuller subrayó que, dadas las condiciones, el accidente era evitable: “Como pueden ver desde el camino, se puede ver, ¿cuánto?, un cuarto de milla. Para mí, eso no debería haber sucedido”.
Elsie Barnett, compañera de trabajo de Egold en la tienda 202 General Store, expresó su incredulidad y dolor ante la noticia: “Es horrible. Cuando mi jefa me envió un mensaje, pensé: ‘¿De verdad estás bromeando? ¿Cómo puede ser eso?’”. Barnett también reflexionó sobre las consecuencias de conducir bajo los efectos del alcohol: “Bebiendo y conduciendo. Quédate en casa. Te estás poniendo en peligro a ti mismo, pero también a la gente, a los niños, a las madres. Es horrible. Es horrible”.
La tragedia ha seguido a esta familia durante años
La policía estatal ha solicitado a los habitantes de Albion que revisen las grabaciones de sus cámaras de vigilancia y timbres para identificar cualquier imagen de un automóvil blanco en Main Street o Hussey Road entre las 17:00 y las 17:15 horas (hora local) del viernes.
Además de la campaña en GoFundMe, la tienda local ha abierto un fondo de recolección y se ha organizado una cena en la iglesia para recaudar dinero en apoyo a la familia Egold.
La tragedia actual se suma a la pérdida sufrida por Egold en 2017, cuando su hijo mayor, William, de cinco años, murió ahogado tras caer con su madre en una canoa por una cascada. Según relató Egold entonces a WGME, la embarcación quedó atrapada en una fuerte corriente antes de precipitarse. La abuela de William explicó que el niño llevaba chaleco salvavidas, pero quedó atrapado entre los escombros bajo el agua.
La campaña de recaudación de fondos en línea ha superado los 46,000 dólares para ayudar a Mollie Egold a comprar una tumba cerca de la de su otro hijo William.